viernes, 23 de noviembre de 2018

DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, ANTONIO GIMÉNEZ MIQUELERENA, SALVÓ LA VIDA TENDIDO BAJO UN MONTÓN DE PANES, EN EL TRICICLO QUE LOS REPARTÍA.

Antonio de P.  Giménez Miquelerena, hijo de José Giménez Vera (Pepe) y sobrino de María Angustias Giménez Vera (Sor Corazón de Jesús).

"Tengo el gusto de participarle como en la madrugada de ayer ha nacido el angelito que esperábamos, habiéndonos concedido el señor un varón para que tengamos de todo y pronto pueda venir conmigo a trabajar a la oficina. Zoe sigue bien, gracias a Dios, y espero se lo dirá Vd. a Sor Catalina y demás Madres y Hermanas conocidas para que pidan a Dios le veamos hecho un santo".

(De la carta de José Giménez Vera (Pepe), a la Superiora General de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, Sor Verónica de Jesús Marturet, fechada de San Baudilio de Llobregat, a 1 de julio de 1896) 

ANTONIO DE PÁDUA GIMÉNEZ MIQUELERENA. 

El Señor escuchó los buenos deseos de su padre , y así consiguió, finalizada la Guerra Civil española, un empleo en las oficinas del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, permaneciendo en aquella institución de los Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios, ejerciendo diversos cargos administrativos, sin haberse acogido al beneficio de la jubilación cuando cumplió la edad de poder hacerlo. 

Desde muy joven, se inclinó por su afición favorita, la fotografía, al tiempo que estuvo involucrado en la mayoría de iniciativas culturales de su Sant Boi natal. En el año 1925 firmó el manifiesto fundacional de la Biblioteca Popular del municipio, a la que permaneció vinculado toda su vida, en el ejercicio de diversos cargos que ocupó en su Junta Directiva.

En el transcurso de la Guerra Civil española (1936 1939) pasó por momentos dramáticos, difíciles y muy delicados. En uno de ellos, como veremos más adelante, estuvo a punto de costarle la vida.

En el año 1964 entró a formar parte de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, ocupando distintos cargos en el Consistorio, entre ellos el de Teniente de Alcalde de Cultura, desde donde impulsó y consolidó las anuales celebraciones de los Homenajes de la Vejez, efeméride que ya venía colaborando con anterioridad, como secretario del Patronato.

El 14 de mayo de 1925 se unió en matrimonio , en la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, con la Sra. María Parés Milá, celebrando la ceremonia nupcial el Padre Ramón Roma y Tarradellas, capellán de la iglesia de Nostra Senyora dels Dolors, del Manicomio de Señoras de San Baudilio de Llobregat (actual "Benito Menni. Complex Assistencial en Salut Mental), de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Fruto de aquel matrimonio fueron sus dos hijos, Lluís-Jordi y Zoe.

Falleció en el Hospital de Bellvitge "Princeps d'Espanya", de l'Hospitalet de Llobregat, el día 7 de diciembre de 1974, víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción.

EL EPISODIO DRAMÁTICO SUFRIDO DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, EN QUE LOGRÓ SALVAR LA VIDA. 

A medida que transcurrían los días, desde el inicio de la Guerra Civil española, se iban sucediendo las dramáticas situaciones propias de la confrontación fraticida. Los asesinatos estaban en el orden del dia. Antonio de P. Giménez Miquelerena era una persona fervientemente católica, y esta condición y su simpatía e identificación con la "Lliga Catalana", fueron suficientes para que los milicianos de la F.A.I. lo incluyeran en un listado de personas que debían de ser eliminadas. Diariamente un camión de caja abierta hacía un recorrido pasando por determinados domicilios para detener a las personas que figuraban en el listado. A los detenidos se les obligaba a subir a la caja del camión y custodiados por milicianos armados se dirigían a lugares despoblados del municipio, donde se les hacia descender para seguidamente ser asesinados con disparos de arma de fuego, dejando allí abandonados sus cuerpos. Luego, sus respectivos familiares, conocedores de los lugares donde habitualmente se efectuaban estos asesinatos, acudían para recogerlos y darles seguidamente cristiana sepultura.

En uno de aquellos aciagados días, alguien advirtió, confidencialmente a la Sra. María Parés Milá que su esposo, Antonio de P. Giménez Miquelerena figuraba en una de aquellas fatídicas listas. Es obvio adivinar la desesperación y el desconcierto que debió de apoderarse de su esposa, al conocer aquella inesperada y preocupante noticia.

Desconsolada y si pérdida de tiempo, acudió a unos buenos vecinos, Joan Priu Farrés y su esposa,Teresa Pejoan Colominas, que regentaban un establecimiento de venta de pan, en las primeras casas de la cuesta de la calle del Alou, y guardaban un triciclo que utilizaban para el reparto, en los bajos del número 2 del Pasaje Montserrat. En el piso superior vivía la familia Giménez - Parés.

En aquellos dramáticos momentos de tensión y nerviosismo, se le acudió al matrimionio de la panadería que podrían sacar a Antonio de P. Giménez Miquelerena de su domicilio, tendido en la base de la plataforma de carga del triciclo, y cubriendo su cuerpo con un montón de panes, para así no ser visto y poderlo trasladar al Sanatorio Frenopático Nuestra Señora de Montserrat. Y sin pensarlo dos veces, así lo hicieron.

Habían avanzado solamente unos pocos metros cuando en la esquina de la Plaza Viuda  Vives (actual Plaça de l'Ajuntament), con la Rambla Rafael Casanova, delante de la Farmacia Morelló (actual Farmacia Cruz), el triciclo conducido por el hijo del matrimonio panadero, Antoni Priu Pejoan, que llevaba de ayudante a su cuñado, Joan Alegret Parés, fue interceptado por dos milicianos, fusil en mano, que habían establecido en aquel lugar un punto de control.

-- ¿Dónde váis ?-- les preguntaron.

-- Ya lo véis,a repartir pan -- contestaron con naturalidad los interrogados, al tiempo que lanzaban una de las piezas a las manos de cada uno de ellos, que recogieron no con cierta dificultad, al tenerlas ocupadas con el fusil, y les dejaron proseguir su marcha.

Al llegar al final de la Rambla Rafael Casanova, el triciclo continuó por la calle del Doctor Antonio Pujadas, y luego enfiló por la calle Benito Menni (actual San Benito Menni), siguiendo por el Camino del Cementerio (actual calle de Pablo Picasso) y accediendo a la institución psiquiátrica por la puerta que utilizaban los enfermos asilados para entrar y salir del recinto hospitalario, cuando se dirigían a las faenas agrícolas, en la finca que disponían al otro lado del camino.

Y una vez en el interior del establecimiento, Antonio de P. Giménez Miquelerena pudo salir de su improvisado escondite motorizado y confundirse mezclado entre los enfermos asilados en aquel hospital psiquiátrico. Y así fue como, en aquella ocasión, logró salvar la vida.

PROCEDENCIA

Este espodio me fue, en su día referido, por el Sr. Joan Alegret Priu, que por conducto familiar, conocía con exactitud este histórico hecho en los mismos términos que ha sido transmitido. 

 

1 comentario:

  1. La neba mare va ser minyona de casa del sr antonio diu que cada dia es dutxaba amb aigus freda

    ResponderEliminar