domingo, 5 de julio de 2020

CUATRO MESES LLEVAMOS SEPARADOS DE NUESTRO HIJO DAVID, PROTEGIDO DEL CORONAVIRUS COVID-19 EN LA RESIDENCIA " LA PINEDA", DE TERRASSA.



David,  en la Residència "La Pineda", de Terrassa.


El sábado, 7 de marzo, víspera de la festividad de Sant Joan de Déu, como en todos los sábados del año, nuestro hijo David pasó el día en su domicilio familiar de la Garriga, junto con sus padres y hermano Jordi. Fue un dia normal, de buena convivencia, como resulta ya habitual en estos últimos años. Poco antes de les 19:00 horas, estaba de regreso en la Residència "La Pineda", de Terrassa, titularidad del ICASS y gestionada por la Fundació Vallparadís, de Mútua de Terrassa,.

Al despedir-nos, con los besos y  abrazos de costumbre, en espera del  próximo sábado

Pero repentinamente resultó que ya no habría próximo sábado. La promulgación estatal del estado de alarma nos mantendría a todos confinados en nuestros hogares. De la noche a la mañana nuestras vidas se vieron transformadas radicalmente sin tiempo a poderse adaptar a unas condiciones muy exigentes que nos fueron dadas,  derivadas de los riesgos de contagio del temible virus que se estaba expandiendo y llevándose por delante a las personas más vulnerables, entre ellas las residentes en residencias geriátricas, al tiempo que los centros hospitalarios resultaban insuficientes para atender a los constantes ingresos, con el personal sanitario totalmente desbordado y carentes de los medios de protección básico ante la insuficiencia de medios que superó las previsiones gubernamentales. El número de fallecidos crecía cada día de manera preocupante y alarmante.  Este virus, procedente de China, no tardaría la Organización Mundial de la Salud (OMS) en considerar el coronavirus Covid-19, una pandemia, debido a su rápida propagación mundial.

A partir de aquel momento, la Residencia La Pineda, de Terrassa, per a Persones amb Discapacitat Intel.lectual. que asiste a 62 usuarios de ambos sexos, tomó de inmediato unas medidas extraordinarias para evitar el contagio de sus asistidos, que se extenderían también a todo el personal que presta sus servicios en aquel establecimiento en colaboración con los servicios médicos propios, personal de dirección, de administración, técnicos y tutores; personal de cocina, de lavado y planchado, mantenimiento  y de limpieza.

Gracias al esfuerzo y a la profesionalidad de toda esta amplia familia que conforman la Residencia La Pineda, de Terrassa, han conseguido mantener debidamente controlados a todos los asistidos, teniendo en cuenta las graves  dificultades que hubiera supuesto el ingreso hospitalario de  estas personas, consideradas  de riesgo y altamente vulnerables.

La problemática derivada de permanecer separados los padres y/o tutores de los usuarios de esta residencia, se ha visto minorada, en parte,  por la  excelente y buena disposición en  atender, tantas veces como ha sido posible en cada caso, las llamadas telefónicas interesándose  por la situación de la residencia en general y/o de los hijos/as de cada familia, al tiempo que también han tenido la gentileza de molestarse,con asiduidad, enviando fotografías y vídeos de los usuarios a cada familia cuando  ha sido posible hacérselo llegar.

Ahora, al cumplirse los cuatro meses de esta obligada separación, estamos en la espera de que, si las circunstancias y las superiores evaluaciones sanitarias puedan aconsejarlo, no tardaremos en volver a recoger a nuestros hijos/as para convivir con ellos en nuestros domicilios familiares de la manera acostumbrada en cada familia, adoptando, naturalmente, todas las recomendaciones que en cada familia nos sean dadas, pero sin poder ocultar la seria preocupación de que, tal y como se están produciendo, cada dia en mayor escala, los brotes de esta pandemia, esta ilusión pueda demorarse, en desaconsejarse la esperada salida de nuestros familiares asistidos en aquella residencia. Vivimos en un país donde todavía perdura la indisciplina y la desobediencia, que aunado a la ignorancia, propician estos preocupantes rebrotes de la pandemia. Y así nos luce el pelo.

Sería injusto no reconocer el esfuerzo y la profesionalidad puesta de manifiesto por la gran familia de personas que trabajan en la Residencia "La Pineda", desde la Dirección hasta el personal de limpieza, por estar consiguiendo, hasta este momento, la protección de todos los usuarios/as que no se han visto contagiados del temible virus Covid-19.  Mi felicitación personal más entusiasta y sincera a todos en general y a cada uno de ellos y ellas en particular. Muchísimas gracias.

5 comentarios:

  1. No puc trobar cap paraula que pugui expresae aquesta trista situacio a la vegada viscuda per ambdues parts amb tanta eficacia i dignitat.molt aviat les abraçades no seran virtuals.seran com sempre sense barreras

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  2. Joan, gracies a les mesures de confinament cap del interns de la residencia a patit els efectes d'aquesta enfermetat. Son dies tristos per la familia separada, pero queda l'alegria el saber que tots esteu be. Una abraçada.
    Jordi

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  3. Agradezco las muchas muestras de apoyo que he recibido, por conducto telefónico, por e-mail i los tres comentarios que anteceden. A todos ellos muchas gracias.

    Entre los recibidos por e-mail, me permito reproducir el del buen amigo Josep Rof i Rof. Dice así:

    " Josep Rof Rof 8 de juliol 20 16:58 h.
    Joan i familia molta paciència, la cosa va per llarg, "mala peça té el taler", els rebrots hi son , el COVID-19 esta entre nosaltres, els que som grans tenim tots els números. En David está ben cuidat, em poso a la teva pell i només et puc dir que ho sento. Gràcies per fer-me confiança en contar-ho, n'he fet una còpia, doncs vull que fills i nets ho sàpiguen. Penso que és una lliçó de VIDA.
    Abraçades Familia Rof - Bertrans."

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    1. Moltes gràcies Josep i familia. Els bons amics es conèixen en aquestes circumstàncies.

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