martes, 26 de febrero de 2019

EL HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU, DE BARCELONA, HA OPERADO, CON ÉXITO, A UNA BEBÉ DE 1.310 GRAMOS, QUE SUFRÍA TAQUICARDIA VENTRICULAR INCESANTE.

 El Hospital Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat, (Barcelona).

Los padres de la niña, junto a la cardióloga, Georgia Sarquella, tras la  exitosa intervención en el Hospital Sant Joan de Déu.

Cuando estamos finiquitando este caluroso més invernal de febrero, para adentrarnos cautelarmente en  el mes de marzo, para celebrar el día 8, la festividad de San Juan de Dios, nos llega una noticia plagada  de orgullo y satisfacción, referida en que, en el Hospital Sant Joan de  Déu, de la barcelonesa localidad de Esplugues de Llobregat, se  ha realizado una ablación cardíaca en el bebé más pequeño del mundo.


El equipo médico que seguía a la madre durante el embarazo, detectó durante la semana 20  de gestación que el feto sufría  una taquicardia  incesante, que provocaba  que su corazón latiera  hasta 300 pulsaciones por minuto, cuando lo habitual es que lo hiciera en 150. De ahí que , los cardiólogos del Hospital  Universitario Miguel Servet que trataba el caso  -- atendido que los padres residían en Zaragoza -- intentaron combatir  la taquicardia, en un primer momento, suministrando  varios fármacos antiarrítimcos a la gestante.

Este tratamiento, que recibió el feto dentro del útero materno, a través de la placenta, permitió alargar el embarazo y retrasar el parto hasta el semana 30 de gestación -- cuando la bebé  ya fuera viable -- pero no permitió  curar la enfermedad. La niña, que nació con 1.310 gramos de peso, continuaba sufriendo una insuficiencia cardíaca grave, que no correspondía a los tratamientos farmacológicos  y que ponía en peligro su vida.

UNA CARDIOCIRUGÍA  EN UN CORAZÓNDE DOS CENTÍMETROS.

Diez días después del parto, la recién nacida  fue traslada al Hospital Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat, (Barcelona),para ser sometida a una ablación cardíaca por el quipo de la Unidad de Arritmias, que lideran los doctores Josep Burgada y Georgia Sarquella.

Se trata de un procedimiento en  que los electrofisiólogos  se utilizan para destruir el tejido eléctrico del corazón responsable del ritmo cardíaco normal. La técnica consiste en introducir un catéter  por la ingle del paciente y lo conducen a través de la vena femoral hasta el corazón para, una vez allí, aplicar  radiofrecuencia en la zona causante de la taquicardia.

La dificultad que plantea esta técnica  es muy elevada, y requiera una gran precisión en el caso de un bebé prematuro, porque la vena por la que los cardiólogos han de introducir el catéter tiene un diámetro de menos de un milímetro, y el corazón tiene que realizar la ablación  mide apenas dos centímetros. La Unidad de Arritmas del Hospital Sant Joan de Déu es el único centro de referencia en España designado por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de arritmas pediátricas.

La intervención se realizó con éxito el día 4 de enero por un equipo de profesionales de cardiología neonatolofía,  anestesiología y enfermería. La niña es el bebé más pequeño del mundo  a quien se le ha realizado una ablación cardíaca.

TECNOLOGÍA DE ÚLTIMA GENERACIÓN.

El procedimiento  se llevó a cabo en una sala de intervención  dotada de tecnología de última generción, que permite realizar cateterismos cardíacos a niños prematuros  e incluso a fetos  que sufren cardiopatía congénita . En esta sala, financiada gracias a la donación de la Fundación Privada  Daniel Bravo Andreu, se realizan cada año alrededor de 550 procedimientos  electrofisiológicos, como ablaciones cardíacas, colocación de marcapasos, desfribiladores, etc. Un tercio de los pacientes  tratados, con menos de un año, y la tasa de efectividad es de un 96 por ciento. 

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