viernes, 1 de febrero de 2019

SE LE OLVIDÓ AL ASPIRANTE VICTOR BASABÉ, COCER UN PUCHERO DE PATATAS Y, CUANDO LLEGÓ EL PADRE BENITO MENNI, TRES HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS Y TRES ASPIRANTES, PARA INAUGURAR EL MANICOMIO DE SAN JOSÉ, DE CIEMPOZUELOS, (MADRID), SÓLO PUDIERON COMER UN PEDAZO DE PAN ( 31 DE DICIEMBRE DE 1876)


Las muchas dificultades y las no menos estrecheces económicas que marcaron de forma mayoritaria, las primeras décadas  de la labor restauradora y fundacional del Padre Benito Menni en España, queda reflejada en uno de los muchos episodios en que se pone de manifiesto la escasez de medios de que disponían, y que llegaban a afectar, incluso, a su propia alimentación.

Se iniciaba el último día del año 1876 con una efeméride de muy grato recuerdo. El Padre Benito Menni había escogido el 31 de diciembre de aquel año para inaugurar el Manicomio de San José, en Ciempozuelos, municipio situado a unos pocos kilómetros de Madrid. Era el establecimiento de mayor capacidad y envergadura de los fundados por el Padre Benito Menni hasta aquel momento.

Si nos atendemos a las noticias que se disponen de aquel acontecimiento, no tardaremos en percatarnos  de las precariedades a que antes me he referido. Leemos que, procedentes de la residencia que los Hermanos de San Juan de Dios disponían en la calle de las Huertas, en Madrid, salieron dos expediciones con dirección a Ciempozuelos. El Padre Benito Menni y un aspirante, lo hicieron en ferrocarril, mientras que tres Hermanos de San Juan de Dios y dos aspirantes, lo hicieron a pie, siguiendo el trazado de la vía férrea. Parece ser que las disponibilidades económicas del momento, no permitieron que todos ellos pudieran efectuar el viaje en tren.

Y al llegar a este punto, cierro los ojos por unos momentos y me dejo transportar, para retroceder en el tiempo y situarme en el lugar y en la época, imaginándome el cansancio a la llegada a Ciempozuelos de los expedicionarios que hicieron el trayecto a pié, andando unos kilómetros por senderos tortuosos que discurrían al lado de la vía del tren, sin más paisaje que desolados descampados y soportando las bajísimas temperaturas propias de los helados inviernos en aquellos parajes.

El Padre Benito Menni, como he apuntado anteriormente, había hecho el viaje en ferrocarril, habiendo llegado antes para hacer los preparativos, y encargar al aspirante que le acompañó en el viaje, que pusiera a cocer  un puchero de patatas para que, cuando llegaran los restantes expedicionarios, que venían andando, pudieran reponer fuerzas con una comida caliente. Sin embargo, las crónicas de la época dicen que, al aspirante, se le olvidó de encender el fuego, y consecuentemente las patatas no se cocieron, y no les quedó otra alternativa que llevarse a la boca,  cada uno de ellos, un pedazo de pan, que devoraron con prontitud y avidez.

Reproduzco textualmente, a continuación, un párrafo de la crónica de aquel acontecimiento, que explica esta circunstancia.

" La toma de posesión e inauguración de la nueva Casa se realizó el 31 de diciembre de 1876, viniendo de la Residencia de Madrid, calle de las Huertas, en dos expediciones, por tren, el P. Menni y aspirante Víctor Basabe; y a pie, por la vía del ferrocarril, los Hermanos Jaime Rovira, Sebastián Martín y Luís Goñi, y aspirantes Dionisio P. Velasco y Luís López. En este primer día, saborearon nuestros fundadores el pan de la pobreza y sacrificio, pues aparte de la fatiga y cansancio del viaje, tuvieron por todo regalo un pedazo de pan devorado con envidiable apetito, pues el bueno del aspirante Víctor Basabe, no se dio maña en cocer un puchero de patatas que le había confiado el P.Menni" (1)

(1) "La Caridad", número 24. Diciembre 1942.

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