domingo, 3 de febrero de 2019

UN ASILADO DE CIEMPOZUELOS (MADRID), CONDUCIENDO UNAS CABALLERÍAS, ATROPELLARON A UN ANCIANDO, Y EL FISCAL CONSIDERÓ AL PADRE BENITO MENNI COMO CÓMPLICE, Y LO JUZGÓ COMO A UN CRIMINAL. ( AÑOS 1884 - 1886)



"Denuncia, que algo siempre queda", reza un conocido refrán. Sin embargo no tengo noticias de que, en ninguna de las muchas ocasiones en que se denunció al Padre Benito Menni, hubiera fallo condenatorio. En todos ellos salió absuelto, dejando las sentencias al descubierto los turbios e inconfesables intereses que se escondían  en todas y cada una de las acciones emprendidas contra el Padre Benito Menni, y en la mayoría de los casos, los acusadores acabaron retractándose de sus actos.

Normalmente han llegado hasta nosotros los casos más conocidos, por su procedencia o por su impacto. Sin embargo, existen otros, apenas conocidos, y tal vez de menor envergadura, pero que preocuparon también muy seriamente al Padre Benito Menni. En esta ocasión me referiré a un desafortunado hecho que motivó una extensa carta del Padre Benito Menni dirigida a Dª Trinidad Grund, viuda de Heredia, y residente en la ciudad de Málaga. Está fechada el día 9 de marzo de 1886, sin especificar desde el municipio donde la escribió. Es posible que fuera desde Ciempozuelos, pero no lo puedo asegurar. Este es su contenido.

"Muy Sra. mía y de toda mi consideración y aprecio en J.C.:

La presente tiene por objeto acudir a Vd. para que me favorezca en el siguiente asunto: el 28 de diciembre de 1884 iba un carro de este Establecimiento guiado por su correspondiente carretero al inmediato pueblo de Valdemoro; dicho carro llevaba para que le ayudase a cargar a un asilado de este establecimiento, que estaba ya para ser dado de alta como curado de su enajenación, y el que por disposición facultativa, salía del manicomio y se ocupaba de faenas propias de su clase, para que se preparara para marchar a su casa, ya curado, como en efecto, al fin de aquel mismo mes se marchó bueno a su casa y ha pocos días que he tenido el gusto de saber que sigue sin novedad. El carrero hubo de quedarse un poco atrás de su carro confiado en que iba al cuidado el citado asilado, en ocasión que los animales se espantaron , y no pudiéndoles sujetar, atropellaron a un pobre anciando. Como es consiguiente, se formó su causa y me hacen a mi responsable y me llaman cómplice criminal, sin más motivo por ser  director del manicomio, y sin atender a que el haber yo permitido que aquel asilado fuera en compañía del carrero se quedó atrás y dejó el carro al otro, creo que yo no debo tener culpa. Pues a pesar de esto se me juzga como criminal. El anciano atropellado, no serían tan graves las lesiones que sufrió, cuando a pesar de tener más de 70 años, a los 28 días estaba dado de alta por los médicos y con frecuencia viene a pie desde Valdemoro a ésta, a que le socorra, lo cual vengo haciendo desde la ocurrencia, además de haberle asistido religiosamente durante su enfermedad y hecho cuantos beneficios nos ha sido posible, quedando el pobre muy agradecido.

La causa está en tal estado que me han citado en la sala de lo criminal, de la Audiencia de Madrid, para el día 16 del actual en cuyo día a las 12 de la mañana tendré que estar en juicio oral; así es que ruego a Vd. que ponga en juego sus buenas relaciones con la urgencia que el caso requiere, recomendándome a las personas que puedan tener influencia con los Sres. magistrados y presidente de la Audiencia o Ministro de Gracia y Justicia, para que se mire la causa sin prevención y me absuelva el Tribuna; pues, aunque todos los abogados me aseguran que he de ser absuelto, porque yo no he tenido complicidad, por no haber faltado en nada absolutamente y ser una cosa que parece inverosímil el que se me considere cómplice de lo ocurrido, toda vez que yo he mandado a un criado con caballerías mansas y domadas y el asilado no iba sino en su compañía; pero no encargado por mi del carro, y que fue el criado quien lo dejó solo en el carro, mientras él se quedó atrás cuando ocurrió el incidente.

Además, el herido confiesa que fue suya la imprudencia, por no haberse retirado del camino cuando vió venir las caballerías y que no las podía contener el asilado, que estaba en el carro, y en fin, el herido, que ha quedado muy bien, ha declarado que renuncia a toda acción e indemnización; y sin embargo, el Fiscal me trata de cómplice y pide contra mi una multa de 125 Pts. y aparte las costas, las que han de subir mucho, porque no sabe Vd.  lo que se ha escrito y movido por esto; y aún más, lo peor es verme condenado por cómplice criminal" (C-330)

Desconozco como terminó este asunto, pero a tenor del contenido en esta carta, intuyo que el Padre Benito Menni tenía que estar muy preocupado, hasta el punto de considerar necesario recabar la ayuda de la Sra. Trinidad Grund, de Málaga.

Recuerdo aquí aquella frase del Padre Benito Menni, entresacada  de una carta a Pepe (1), sin fecha, pero que se sitúa entre los días 14 y 18 de febrero de 1897:

"Preferible es mil veces ser calumniado inocente, que no ser tenido por un santo y tener la conciencia manchada" (C-334)

(1) Las personas de confianza y próximas al entorno familiar, llamaban Pepe a José Giménez Vera, hermano de María Angustias (Sor Corazón de Jesús).

FUENTE DE CONSULTA

Lizaso Berruete, Félix, O.H. "Perfil juandediano del Beato Benito Menni (463 cartas)". Archivo Interprovincial. Casa del Trándito de San Juan de Dios. Granada 1985.

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