En el año 1887, Sorolla presentó, como trabajo final de pensionado, la pintura que representa a fray Joan Gilabert Jofrè amparando a un loco que estaba siendo perseguido por unos muchachos que le apedreaban, y que le fue premiado consiguiendo una prórroga de la pensión.
(Fuente imagen:WahooArt.com)
El primer manicomio que se construyó en Europa fue el Hospital de Ignoscents, Folls e Orats, situado en las proximidades el antiguo Portal de Torrent de las murallas de la ciudad de Valencia, en el barrio de Velluters, y fue consecuencia de que fray Joan Gilabert Jofrè defendiera a una persona que presentaba comportamientos graves de locura.
Aquel día, 24 de febrero de 1.409, el Padre mercenario fray Joan Gilabert Jofrè se dirigía a la Catedral de Valencia para pronunciar el sermón de Domingo de Cuaresma cuando, en su trayecto, observó a unos muchachos apedreando a un pobre loco.
Después de reprender a los agresores e impresionado por aquella violencia, aprovechó el púlpito catedralicio para sugerir la creación en la ciudad, de una institución que acogiera y amparara a aquellas personas que malvivían por las calles abandonados por completo a su suerte.
Y así fue cuando en mayo de aquel mismo año 1.409 se iniciaban las obras del Hospital de Ignoscents, Folls e Orats con la licencia de construcción expedida por el monarca de la Corona de Aragón Martín el Humano, y el Pontífice Benedicto XIII le concedió especiales derechos e inmunidades.
Desde el año 1414 recibió importantes ayudas de la Cofradía de Santa María dels Innocents o de la Mare de Déu dels Desemparats.
EL HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA.
En la Edad Media, la ciudad de Valencia contaba con numerosos hospitales de reducidas capacidades, fundados por piadosos burgueses, para socorrer a personas pobres y enfermas.
En el año 1517 un sentencia del rey Fernando el Católico, decretó la unión de todos aquellos hospitales, creando el Hospital General de Valencia, que se levantó en la parte superior del Hospital de Ignoscents, Folls e Orats, y estaba compuesto por dos enfermerías con planta de cruz, dos pisos y cimborrio en el centro, siguiendo un modelo que había surgido en el norte de Italia, y que permitía separar a los enfermos según el sexo y las dolencias que padecían, al tiempo que se podían controlar todas las partes desde el espacio central, siendo el primero en España con este práctico esquema.
De su primera fase, anterior al gran incendio de 1545, solamente se conserva la portada, exenta ante la entrada, pero la inmediata reconstrucción respetó el mismo plan, siguiendo las trazas de Gaspar Gregori.
Actualmente sólo queda en pie una de las dos enfermerías, atendido que la otra fue derribada en el año 1974, y apenas quedan de ella piezas sueltas por los jardines anexos.
Pasadas más de tres décadas , durante la construcción de la Quadra del Mal de Siment, sus antiguos terrenos acogieron, el 25 de junio de 1998, la primera piedra del Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat, que se inauguró el día 2 de julio de 2001.
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