El Premio Nobel de Literatura del año 1994, fue concedido al escritor japonés Kenzaburu Oé, que por aquel entonces contaba con 59 años de edad y tenía en su haber la friolera de 30 obras traducidas a 20 lenguas, edificando con ello una de las más sólidas estructuras de la literatura asiática del siglo XX.
Kenzaburu Oé, es padre de un joven afectado de hidrocefalia y autismo. Por esta circunstancia, su extensa obra gira en torno a dos ejes , es decir, la amenaza nuclear y su vida al lado de Hikari, su hijo autista.
Siempre que las circunstancia lo han propiciado -- que han sido muchas -- Kenzaburu ha repetido hasta la saciedad que, sin su hijo, él no habría existido como escritor. Vivir con un hijo afectado de minusvalía -- dice frecuentemente -- significa para mi aprender algo nuevo cada día, y mis novelas han tomado forma a través de él.
De ningún modo me hubiera aventurado a escribir -- ha asegurado -- sin haber tenido en mi propia piel la experiencia de mi hijo y su problema de autismo, puesto que Hikari ha sido el inspirador de mis obras, y sin él, no habría motivos para que nos premiasen. (1)
Los medios de comunicación social de aquella época destacaron la circunstancia de que, Kenzaburu Oé acudiría a Estocolmo y subiría al estrado de la mano de su hijo autista para recoger el preciado galardón. Así lo confirmó al explicar que con aquella acción pretendía compartir un premio que consideraba no era sólo suyo. (2)
Toda una admirable lección de la que, tantos y tantos, deberían aprender. Como lo es un episodio de su vida, que evidencía su extraordinaria sensibilidad, y que aparece recogido en una de sus obras. Dice así: "... mis pensamientos se centraron en un hospital de Nagoya para niños con graves minusvalías que había visitado no hace mucho, y en particular en un chico autista al que había visto tendido en el impecable suelo (todo en el pabellón parecía inmaculado) mientras un médico, acuclillado a su lado, le dirigía palabras de consuelo y aliento. El niño iba a ser sometido al día siguiente a una operación del intestino, y recuerdo que me pregunté cómo se las habrían arreglado para descubrir el origen de su sufrimiento silencioso y cómo le ayudarían a enfrentarse al dolor de la intervención sin el beneficio del lenguaje. Esa escena me conmovió en lo más hondo..." (3)
(1) "AQUÍ". Premio Nobel y Autismo. Año 9. Nº 465. Del 17 al 23 de marzo de 1995
(2)"El Far". Premio Nobel y Autismo. Año XI. Núm. 378. Del 7 al 13 de abril de 1995.
(3) Kenzaburo Oé. "UN AMOR ESPECIAL. Vivir en familia con un hijo disminuído". Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona. 1998
Gràcies per aquesta entrada, m'agrada molt saber això, llegiré aquest escriptor amb interès. Sempre ens ajudarà a entendre una mica mes els problemes dels nostres fills. Petons per a tu i la teva família.
ResponderEliminarJoan: En su bolg y con las aportaciones que hace, está dando a conocer de una manera digna y cálida la vida de tantas personas con afectación mental, que hace que con ello, sean más conocidos, más comprendidos y por lo tanto más queridos.
ResponderEliminarGracias.
Me ha gustado mucho saber estas dos situaciones de este escritor japonés. Ejemplar el detalle de reoger el premio Nobel con que fue distinguido de la mano de su hijo autista por entender que sin él no habría escrito sus obras.
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