Centro San Juan de Dios. Ciempozuelos (Madrid)
En estos útimos tiempos estamos en España inmersos en una situación cada vez más preocupante y angustiada derivada, entre otros, de la crisis económica que está llegando a unos límites de imprevisibles consecuencias. En Catalunya -- por citar un ejemplo, y ser la Comunidad Autónoma en que tengo mi residencia -- la Generalitat está reclamando insistentemente al Gobierno de España, que le transfiera unas cantidades que le adeduda y que precisa para hacer frente a sus compromisos económicos más urgentes. Recordemos que hace un par de meses,la "espada de Damocles" estuvo pendiendo durante unos días sobre las instituciones de servicios sociales, entre ellas establecimientos residenciales para personas con discapacidades, advirtiéndoles de que iban a demorarles el pago de las cantidades que mensualmente les abonan por concesiones administrativas o por conciertos económicos, creando el natural malestar entre sus gestores y personal del servicio, y que luego, debido posiblemente a la alarma social desatada, no hubo necesidad de recurrir a aquellas medidas, que hubieran supuesto el cierre de algunos de aquellos centros asistenciales como ya se había advertido.
LA HISTORIA SE REPITE
Con fecha de hoy, se cumplen precisamente ciento ocho años, en que un episodio similar estuvo a punto de poner a la calle, por falta de pago, a los dementes pobres que la Diputación Provincial de Madrid tenía asilados en el Manicomio de Ciempozuelos, (Madrid), y justificaba el incumplimiento de este compromiso alegando que el Ayuntamiento les adeudaba mucho dinero. Tuvo que intervenir el Ministro de la Gobernación y el Gobernador de Madrid para intentar buscar una solución que evitara la falta de asistencia de aquellos pobres alienados. Vean:
"Con el ministro de la Gobernación ha conferenciado el Gobernador de Madrid respecto a la situación aflictiva que viene atravesando el Manicomio de Ciempozuelos, por adeudarles las Diputaciones unos 30.000 duros, y los frailes de San Juan de Dios, que dirigen dicho Manicomio, no pueden atender á los enfermos pobres, viéndose en la precisión de ponerlos en la calle.
La Diputación provincial de Madrid se escuda diciendo que no puede pagar, pues el Ayuntamiento no le ha pagado el contingente, que asciende á una cantidad respectable.
En vista de esto, en la conferencia del gobernador y el ministro, se ha acordado excitar al Ayuntamiento á que satisfaga una buena parte de lo que debe á la Diputación, y de este modo esta Corporación pagará á los Hermanos de San Juan de Dios dicha cantidad para que puedan seguir cuidando á los asilados" (1)
(1) "La Vanguardia". Jueves, 31 de diciembre de 1903. Página 5