domingo, 25 de marzo de 2018

2 DE ABRIL: " DIA MUNDIAL DE CONCIENCIACIÓN SOBRE EL AUTISMO"







La Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró, por unanimidad el día 2 de abril, como Dia Mundial de Concienciación sobre el Autismo ( Resolución A/RES/62/139), para poner de relieve la nacesidad de mejorar la calidad de vida de los niños, niñas y personas adultas con autismo, con la finalidad de que puedan tener una vida plena y digna. 

El Autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo, permanentes y profundos, que afectan a la socialización, la comunicación, la imaginación y la conducta, entre otros aspectos, con una incidencia de unos 60 casos por cada 10.000 niños.

El Síndrome de Asperger y el Trastorno Generalizado del Desarrollo, son alteraciones dentro de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA).

La Confederación  Autismo de España sostiene que, cuando se habla de autismo y de personas que lo padecen, se está hablando  de un conjunto de alteraciones semejantes, si bien las manifestaciones varían considerablemente  en grado y forma en función de cada persona. En consecuencia, la idea de poner el autismo como un espectro contínuo, más que como una categoría única, ayuda a entender que se está empleando  términos comunes para hablar de personas muy diferentes. Puede considerarse que, si en otros trastornos ya existen grandes diferencias entre los diferentes pacientes, en el autismo ocurre mucho más. De ahí que puede decirse que hay " autismos" atendido que cada paciente es singular.

El autismo es, en consecuencia, un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo, que afectan a la socialización, a la planificación y a la reprocidad emocional, y en ocasiones provoca conductas repetitivas o inusuales.

 Lorna Wing

(Gillinghan, Kent, Inglaterra, 7 octubre 1928 -  Kent, inglaterra, 6 junio 2014)

El término TEA (Trastorno del Espectro Autista), fue empleado, por primera vez, por Lorna Wing,  que en el año 1988 expuso que las personas situadas en el espectro son aquellas que presentan:

1.- Trastorno en las capacidades de reconocimiento social.
2.- Trastorno en las capacidades de comunicación social.
3.- Patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades  en  imaginación social.

miércoles, 21 de marzo de 2018

LAS PENURIAS ECONÓMICAS, UNA CONSTANTE PARA PODER ATENDER LAS CONTÍNUAS DEMANDAS DE INGRESO DE NIÑOS LISIADOS Y POBRES, EN EL HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS, DE BARCELONA ( DICIEMBRE DE 1899)

Recibo correspondiente a la entrega de una limosna dada por un benefactor.

Las dificultades económicas que tuvo que afrontar desde el primer momento el Asilo - Hospital de San Juan de Dios, de Barcelona, fueron una constante para poder atender y curar a niños escrofulosos y raquíticos, y más tarde lisiados y ciegos  pobres cuyas demandas de ingreso iban en constante aumento en aquella institución.

Aunque puntualmente, y así lo he recogido en diversas ocasiones cuando  la información lo ha propiciado,  en este mismo blog,  circunstancias inesperadas permitían salir del atolladero acertando satisfactoriamente en  aquello de que "Dios proveerá" que tantas y tantísimas  veces había pronunciado el Padre Benito Menni, para levantar el ánimo de los Hermanos, en los momentos más delicados y difíciles, cuando  veían que iban menguando las provisiones y no disponían de dinero suficiente para  volver a llenar la despensa.

A pesar de los donativos, ayudas y limosnas dadas por los benefactores, no siempre cubrían totalmente las muchas necesidades que comportaba aquel establecimiento, y los llamamientos en demanda de ayuda eran frecuentes y constantes aprovechando todos los medios a su alcance,   como este suelto que publicó el matutino barcelonés "La Vanguardia" pocos días antes de la Navidad de 1899. Vean:

"Se nos suplica la inserción de las siguientes líneas:

""El Superior de los Hermanos de San Juan de Dios suplica á las almas caritativas una limosna por el amor de Dios, pues desde el mes de junio han ascendido á 210 los niños escrofulosos, raquíticos, lisiados y ciegos pobres que se albergan en este Asilo, pasando de 200 el número de peticiones que se han presentado estos días, á los cuales nos hemos visto precisados á hacerles esperar, pues por falta de recursos no podemos admitirlos para aliviar sus graves necesidades y entre los cuales se encuentran algunos en estado muy lastimoso por no tener familia ni nadie que por ellos se interese."" 

Ciertamente, patético.


(1) "La Vanguardia". Domingo, 17 de diciembre de 1899. Pág. 2

 

martes, 20 de marzo de 2018

UNA VISITA AL HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS, DE BARCELONA, QUE ROMPIÓ EL ALMA DEL ESCRITOR Y POETA RAMÓN SURIÑACH SENTÍES ( DICIEMBRE DE 1913)

Ramón Suriñach Sentíes.


He tenido ocasión de localizar, en la hemeroteca de "La Vanguardia", un amplio comentario referido a un artículo publicado en La Veu de Catalunya por el escritor y poeta catalán Ramón Suriñach Sentíes, a raiz  de una visita que efectuó al Hospital de San Juan de Dios, de Barcelona. Atendido su  interés, paso seguidamente a reproducirlo literalmente sin más comentarios.

"Iniciativa generosa

POR LA OBRA DE SAN JUAN DE DIOS 

El distinguido poeta catalán don Ramón Suriñach Sentíes, en un artículo publicado en La Veu de Catalunya hace pocos días con el título " Una gracia de Caritat", describe conmovido, una visita hecha al hospital de niños pobres de San Juan de Dios. La impresión que causa el artículo es lacerante; la pintura muerde, verídica y llena de emoción, en las entrañas. Las tristezas, las miserias, los dolores que se albergan en ese hospital son tan hondos, son tan grandes, que algunos no tienen nombre: lo único que lo tiene es la caridad, la abnegación de los humildes religiosos que cuidan, vigilan, curan y consuelan  á esos niños ciegos, tullidos, cretinos, epilépticos, escrofulosos, tuberculosos, llagados por las lacras más horribles que se conocen en la tierra: esa abnegación se llama amor á Dios.

El escritor ha salido de aquel albergue de toda humana miseria llenos los ojos y las entrañas de piedad por tantas lacerías y de admiración  por tanta caridad, y dando á su pluma el empleo más alto que puede tener la pluma de un escritor, pide, clama por una limosna, una gracia de caritat, en ver de ese hospital, no tan sobrado de recursos que no falten á veces en él cosas muy precisas, y en la administración de La Veu de Catalunya ha abierto una suscripción. Y recordando que se acerca la fiesta en que se conmemora con tan universal alegria el nacimiento del que nació pobre, humilde, entre pajas, en la época más fría del año, insiste, manda circulares, da á ver su artíuculo, se dirige á todos para que se esparza la voz de que hay en ese hospital verdaderas y urgentes necesidades, y llama á los corazones en demanda de una limosna.

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Sale el escritor del hospital y hace una confesión: "Yo no había visto nunca el dolor tan cerca". ¡Cuántos podrán decir lo mismo que él !. ¡ Ver el dolor de cerca !. Esto es lo que nosotros, al corresponder al clamor del auxilio del distinguido poeta, quisiéramos pedir á nuestros lectores: "Id á ver eso de cerca", y no habría necesidad de mover la pluma, ni suplicar, ni pedir más, ni de abrir suscripciones ni de organizar fiestas ni de más llamamiento que ese: el de la visión del dolor de cerca, de muy cerca. Y no habría peligro de que al salir de este albergue de toda lacería saliéramos avergonzados de ser  hombres, de maldecir a los hombres, no habría el peligro de que al ver como esos dolores  no alcanzan  de los felices de este mundo todo el alivio que pudieran darles, blasfemáramos de la sociedad, no: porque al lado de esos  niños que se arrastran como gusanos y de otros que no ven y de esos otros  que "tienen cara de viejos" á los diez años, á fuerza de padecer, se levanta en su humilde sayal el hombre en su más augusta representación: en el hombre lleno de caridad, y ese hombre y ese sayal nos enorgullecen de ser hombres.

Hay que decirlo así, declararlo así en voz muy alta y á la faz de todo el mundo: esos hombres, metidos hasta el cuello en esos albergues de dolor, constituyen lo único que puede reconciliar al dolor con el bienestar de este mundo y para que nosotros podamos gozar en paz de los bienes de este mundo es necesario que nos hagamos un poco como ellos, cuando no de otra manera, cediendo algo de lo que no nos es necesario, para ayudarles á ellos en su obra de santidad y participar de alguna manera de sus méritos.

Nosotros unimos gustosos nuestra voz á la del joven escritor y poeta, pidiendo con él, insistentemente, con toda la eficacia de nuestra palabra y nuestra pluma, una limosna por Dios, y a los más desocupados, á los más poderosos, á aquellos á quienes de cuando en cuando les serviría  de beneficiosa enseñanza una más completa visión de la vida, una visita á ese santo hospital, en donde todos los días y á todas las horas se renuevan las proezas de caridad que llevó á cabo el gran fundador San Juan de Dios y que llenaron de asombro á  los hombres del siglo XVI." (1)

(1) "La Vanguardia" Miércoles, 17 de diciembre de 1913. Pág. 5 

viernes, 16 de marzo de 2018

DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, ANTONIO GIMÉNEZ MIQUELERENA, SOBRINO DE SOR CORAZÓN DE JESÚS, SALVÓ LA VIDA TENDIDO BAJO UN MONTÓN DE PANES EN EL TRICICLO QUE LOS REPARTÍA. (JULIO DE 1936)

Antonio de P. Giménez Miquelerena.



"Tengo el gusto de participarle como en la madrugada de ayer ha nacido el angelito que espérábamos, habiéndonos concedido el Señor un varón para que tengamos de todo y pronto pueda venir conmigo a trabajar a la oficina. Zoe sigue bien,gracias a Dios, y espero se lo dirá Vd. a Sor Catalina y demás Madres y Hermanas conocidas para que pidan a Dios le veamos hecho un santo".

(De la carta de José Giménez Vera (Pepe), a la Superiora General, Sor Verónica de Jesús Marturet, fechada en San Baudilio de Llobregat, a 1 de julio de 1896).


ANTONIO DE PADUA GIMÉNEZ MIQUELERENA.

Hijo de José Giménez Vera, conocido familiarmente por Pepe, y de Zoe Miquelerena Pujol, nació en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), a las tres y media de la madrugada del primer día de julio de 1896 (1). Aparece registrado con los nombres de Antonio de Padua, José y Pelayo. Era sobrino de María Angustias Giménez Vera (Sor Corazón de Jesús), co-fundadora de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, que llegó a conocerle.

El Señor escuchó los buenos deseos de su padre, y así consiguió, finalizada la Guerra Civil española, un empleo en las oficina del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) Y permaneció en aquella institución de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, ejerciendo diversos cargos administrativos, hasta el momento de su fallecimiento, cuando contaba 78 años de edad, sin haberse acogido al beneficio de la jubilación cuando cumplió la edad de poder hacerlo.

Desde muy joven se inclinó a su afición favorita, la fotografía, al tiempo que estuvo involucrado en la mayoría de las iniciativas culturales de su Sant Boi de Llobregat natal. Firmó en el año 1925, el manifiesto fundacional de la Biblioteca Popular del municipio, a la que permaneció vinculado toda su vida, en el ejercicio de diversos cargos que ocupó en su Junta Directiva.

En el transcurso de la Guerra Civil española (1936 - 1939) pasó por momentos dramáticos, difíciles y muy delicados, que no voy a especificar en estas breves líneas biográficas porque el objeto de este trabajo es, precisamente, centrarnos, única y exclusivamente, en uno, concretamente, de aquellos tristes episodios que le todó vivir, es decir, de la manera y forma en que,en una de aquellas ocasiones, logró salvar la vida.

En el año 1964 entró a formar parte del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, ocupando distintos cargos en el Consistorio, entre ellos el de Teniente de Alcalde de Cultura, desde donde impulsó y consolidó las anuales celebraciones de los Homenajes a la Vejez, efeméride a la que ya venía colaborando con anterioridad, como secretario del Patronato.

El 14 de mayo de 1925 se unió en matrimonio en la iglesia parroquial de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, con  María Parés Milá, celebrando la ceremonia nupcial el Padre Ramón Roma y Tarradellas (2) capellán de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, del Manicomio de Señoras de Sant Boi de llobregat, atual "Benito Menni. Complex Assistencial en Salut Mental", de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Fruto de aquel matrimonio fueron sus dos hijos, Lluís-Jordi y Zoe.

Falleció en el Hospital de Bellvitge "Prínceps d'Espanya", de l'Hospitalet de Llobregart, el 7 de diciembre de 1974.

CÓMO LOGRÓ SALVAR LA VIDA

En la medida que iban transcurriendo los días desde el inicio de la Guerra Civil española, se iban sucediendo las dramáticas situaciones de la contienda fraticida. Los asesinatos estaban en el orden del día. Antonio de Padua Giménez Miquelerena era una persona fervientemente católica, y esta condición y su simpatía e identificación con la "Lliga Catalana", resultaron suficientes para que los milicianos de la F.A.I. lo incluyeran en el listado de personas  que debían de ser fusiladas. Diariamente, un camión de caja abierta, hacía un recorrido de madrugada  por determinados domicilios y deteniendo  a las personas que figuraban en aquel listado que les entregaban en el momento de iniciar el recorrido. A los detenidos se les obligaba a subir  a la caja del camión  y custodiados por milicianos armados se dirigían a lugares despoblados del municipio, donde se les hacía descender para seguidamente ser fisilados, dejando allí abandonados sus cuerpos inertes para que luego, sus familiares, conocedores de los lugares donde habitualmente tenían lugar estos asesinatos, pudieran recoger  sus cuerpos para darles  cristiana sepultura.

En uno de aquellos aciagados días, alguien advirtió, confidencialmente, a la Sra. María Parés que su esposo figuraba  en una de aquellas fatídicas listas.

Desconsolada y sin pérdida de tiempo, acudió a unos buenos vecinos, Joan Priu Farrés y su esposa, Teresa Pejoan Colominas, que regentaban un establecimiento para la fabricación y venta de pan, en las primeras casas de la calle del Alou, y guardaban el triciclo que utilizaban para su reparto, en los bajos del número 2  del Passatge Montserrat. En el piso superior vivía la familia Giménez - Parés.

En aquellos dramáticos momentos, de tensión y nerviosismo, se le ocurrió al matrimonio de la panadería, que podían sacar al Sr. Giménez Miquelerena de su domicilio, tendido en la base de la plataforma de carga del triciclo, y cubierto su cuerpo con un montón de panes, para de esta manera pasar desapercibido y poderlo trasladar al Sanatorio Frenopático Nuestra Señora de Montserrat, es decir, al manicomio de Sant Boi. Y sin pensarlo dos veces, así lo hicieron.

Habían avanzado solamente unos pocos metros cuando en la esquina de la Plaça de l'Ajuntament y la Rambla Rafael Casanova, el triciclo conducido por el hijo del matrimonio panadero, Antoni Priu Pejoan, que llevaba de ayudante a su cuñado Joan Alegret Parés, fue interceptado, fusil en mano, por dos milicianos que habían establecido en aquel lugar un punto de control.

-- ¿A dónde váis ? -- les preguntaron.

-- Ya lo veis, a repartir pan -- contestaron con naturalidad los interrogados, al tiempo que lanzaban una de las piezas a las manos de cada uno de aquellos milicianos, y les dejaron proseguir su marcha.

Al llegar al final de la Rambla Rafael Casanova, el triciclo continuó por la calle del Dr. Antonio Pujadas y luego derivó por la actual calle de Sant Benito Menni, siguiendo por el Camino del Cementario (actual calle de Pablo Picasso), accediendo al interior del manicomio por la puerta que utilizaban los enfermos para entrar y salir del recinto hospitalario cuando se dirigían a las faenas agrícolas.

Y ya en el interior del establecimiento psiquiátrico, Antonio de P. Giménez Miquelerena pudo salir de su improvisado escondite motorizado y confundirse, junto con los enfermos allí asilados hasta la finalización de la contienda, logrando salvar, de este modo, la vida.(3)

(1) Registro Civil de San Baudilio de Llobregat. Acta de Nacimiento. Tomo 22. Folio 49
(2) Registro Civil de San Baudilio de Llobregat. Tomo 14. Folio 196.
(3) Conversaciones con Joan Alegret Priu.





 

martes, 13 de marzo de 2018

UN GRAVE DELITO DE DESOBEDIENCIA PROPICIÓ LA FUNDACIÓN DEL HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS EN VALENCIA. ( AÑO 1886)

 Vista parcial del Asilo- Hospital de San Juan de Dios en la Malvarrosa, (Valencia)

 Entrada principal al establecimiento.

Asistencia a los niños asilados tomando terapéuticamente el sol en sus amplias terrazas.

En 1886, diez años depués de la fundación del hospital psiquiátrico de Ciempozuelos (Madrid), de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios,se  precisaba continuar las obras de ampliación para poder acoger a la continuada demanda de enfermos. Consecuentemente el Padre Benito Menni, que por aquel entonces era Comisario General de la Orden en España, necesitado estaba de limosnas para la asistencia de los asilados y para continuar las obras, designó al Hermanos Roque Pedraza y al Padre Eduardo Domínguez, capellán agregado a la Orden, para que fueran a la provincia de Valencia con una triple misión: postular, dar a conocer la Institución de San Juan de Dios y "producir fruto en las almas".

Transcurridos dos meses de estancia en tierras valencianas, los dos postulantes se vieron en la necesidad de escribir una carta al Padre Benito Menni, refiriéndole que, en el ejercicio de la triple misión encomendada, se encontraron  con la cruda realidad de unos niños desvalidos y de personas enfermas por dondequiera  que fueran dentro de la zona asignada, y que su condición de Hospitalarios no les permitía permanecer con los brazos cruzados, ajenos a aquella penosa realidad, que no afectaba a unos pocos, sino a muchos. Disponían de dinero, obtenido de su actividad postuladora , y eran muy conscientes de que en Ciempozuelos los estaban esperando, para mantenerse y ampliarse, pero constataron la triste realidad  de que aquellos pobres niños achacosos y llagados, también esperaban, pero su situación era límite y no podían esperar por más tiempo. De ahí que decidiran actuar por su cuenta, muy conscientes del grave delito de desobediencia en que estaban incurriendo, pero aceptando las consecuencias.

Por su cuenta y riesgo emprendieron una nueva obra, gastando todo el dinero racaudado en la postulación, y por si fuera poco, contrayendo además deudas. Las deudas -- recordemos -- fueron una constante en la vida de San Juan de Dios. Le acompañaron a lo largo de su vida, y no le abandonarían hasta su muerte.

Esta carta, suscrita por los dos Hospitalarios, está firmada por el Padre Eduardo Domínguez, en estos términos:

"Mi amado padre en el Señor: Aquí me hallo en Valencia, prisionero por Cristo, lleno de deudas y rodeado de pobres niños huérfanos, achacosos y llagados, que a mi suspiran el pan de cada día, como único amparo que les resta después de Dios en este valle de lágrimas.

Confieso mi pecado: yo vine a postular recursos, y me he llenado de deudas; yo vine a implorar la caridad de los fieles para ese manicomio, y los pobres me han pedido por amor de Aquel por quien yo pedía. Al llegar a las riberas del Turia, a la par que limosnas encontré muchos pobres necesitados; mucho he recibido pero todo lo he dado.

Mándeme  vuestra reverencia la penitencia que tenga por justa y conveniente; pero por amor de Dios envíe algunos hermanos a formalizar esta fundación". 

Parece ser que la carta causó el efecto deseado. Era de esperar una recóndita esperanza de comprensión por parte del Padre Benito Menni, como se desprede de que así fue. La Superioridad, adornada del mismo espíritu y de los mismos valores de los postulantes, debió de entender este proceder, y que por encima de todo estaba la valoración de la continuidad del camino que él mismo había iniciado con la Restauración. En consecuencia, dió luz verde a la fundación de Valencia.

La obra ya estaba iniciada. Se obtuvo el correspondiente placet del Gobernador Civil, Sr. Eduardo de Hinojosa y Naveros, y se alquiló una modesta vivienda en el número 9 de la calle de la Unión, de Valencia.

Bendecida por el cardenal Ementísimo  Sr. Antolín Monescillo y Viso, en 1886, se iniciaron las primeras labores asistenciales, pero debido a la escasa capacidad, en octubre de aquel mismo año, se trasladaron al número 1, piso tercero, de la calle de Cisneros. Razones de espacio obligaron nuevamente a un cambio de domicilio, y el 1º de marzo de 1887, siendo Superior de la Casa el Padre Juan María, se trasladaron al número 2  de la calle de la Trinidad, Callizo de Santa Mónica. Esta nueva Casa permitía acoger a poco más de cuarenta enfermos, y fue bendecida por el canónigo de la Catedral de Valencia, doctor Luís Badal.

Sin embargo, en este nuevo emplazamiento se planteó muy pronto la misma cuestión de la falta de lugar, vistas las crecientes y reiteradas solicitudes de ingreso de personas enfermas, y en consecuencia surgió la idea, por consejo de los médicos, de construir un hospital-asilo junto al mar, atendido que se consideraba doctrina científica aceptada, la que sustentaba la conveniencia del tratamiento de los procesos osteíticos mediante la cura a orillas del mar. Estaba probado que la acción solar  y el ambiente yodado modificaban y curaban los absceos fríos, los tumores blancos anidados en los huesos infantiles. 

Atendido que la idea y voluntad de poner en marcha un sanatorio infantil marítimo era cada vez más consistente, se empezaron a realizar gestiones para conseguir unos terrenos cercanos a la playa, y el Sr. Germán Úbeda ofreció su finca, consistente en una heredad de treinta fanegas de naranjal, y provista de abudantes aguas.

Tenía, sin embargo malas combinaciones con la estación del ferrocarril de El Cabañal, que estaba alejada del mar, lo cual dificultada los proyectados tratamientos de los niños enfermos. Sin embargo, en 1891, y a pesar de este inconveniente, se cerraba el trato para ocupar la referida finca.

Un años más tarde, en 1892, se trasladaría el caserón de la Malvarrosa, con una definida  idea de reemplazarlo para la construcción definitiva del asilo - hospital con capacidad para más de cien personas enfermas.

Con esta idea se intensificaron las campañas limosneras por Valencia. Las obras empezaron por terminarse en 1905, siendo prior el Padre Celso Martí, reelegido en 1908 y actuando como Superior, hasta que fue sustituído en el año 1911 por el Padre Diosdado Corominas, bajo cuyo mandato terminaron definitivamente las obras, siendo Provincial el Padre Andrés Ayúcar.

FUENTE DE CONSULTA

Cruset, José. Crónica Hospitalaria. Barcelona. 1971.     
       


domingo, 11 de marzo de 2018

EL INTENTO DEL PADRE BENITO MENNI DE HACERSE CON LOS SERVICIOS DEL DR. SIMARRO, PARA DIRIGIR EL COMPLEJO HOSPITALARIO DE CIEMPOZUELOS (MADRID),ES TODO UN EJEMPLO DE PRIORIZAR, EN LAS CONTRATACIONES, LOS CONOCIMIENTOS MÉDICOS A LAS CREENCIAS RELIGIOSAS.

 Dr. Luís Simarro Lacabra.

Dr.Miguel Gayarre.


Sabida es la preocupación y el deseo del Padre Benito Menni de situar, al frente de sus establecimientos hospitalarios, a los más prestigiosos y mejor preparados médicos psiquiatras, en su intento de poder ofrecer, siempre y en todo momento, la mejor asistencia posible a las personas enfermas asistidas. Un repaso a través de la historia de todas y de cada una de las Casas de los Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios y de la Congregación de Hermanas Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, así lo corraboran.

Habitualmente, cuando se producía una baja laboral en aquel puesto de máxima responsabilidad -- jubilación, fallecimiento u otra causa -- en alguna de sus instituciones, el Padre Benito Menni no se dejaba influenciar por las recomendaciones que podían hacerle para cubrir aquel puesto, atendido que él exigía prestigio y profesionalidad contrastada, y de ahí que estuviera siempre en estrecho contacto con catedráticos de renombre, entre ellos el Dr. Tomás Mestre.(1).

Un buen ejemplo de ello lo tenemos en ocasión de hallarse vacante la plaza de director del Manicomio de Ciempozuelos. En la línea apuntada, el Padre Benito Menni se apresuró en contactar con el mejor psiquiatra existente en aquellos momentos en España. Parece ser que en las diferentes consultas que efectuó, le proponían al Dr. Luís Simarro Lacabra, que en aquella época enseñaba psicología experimental en la Universidad de Madrid. (2).

Sin embargo, el Padre Menni fue advertido de que el Dr. Simarro, además de ateo, era un alto representante de la masonería española, como más tarde se evidenció, al ser elegido Gran Maestre, en el año 1917. Sin embargo este argumento no hizo cambiar la decisión del Padre Benito Menni de traerse a Ciempozuelos a este prestigioso psiquiatra. Parece ser que, para justificar su decisión, contestó que él no necesitaba a un catequista, sino a una lumbrera que garantizara la mejor asistencia para sus enfermos. (3)

Cuando el Padre Menni le propuso hacerse cargo del complejo hospitalario de Ciempozuelos, el Dr. Simarro no pudo disimular sentirse sorprendido y admirado, además de halagado. Reconoció que un encargo como el que le estaba proponiendo, supondría la culminación de todos sus deseos como médico psiquiatra, pero no ocultó  que la aceptación de la propuesta le suscitaría reacciones de rechazo entre los miembros de la logia masónica y de los socielistas, entre los cuales contaba con muchos amigos. Por más que lo intentó, no pudo convencerle el Padre Benito Menni, a pesar de insistir largamente y aducir el interés de los enfermos, pero finalmente tuvo que rendirse porque los respetos humanos pudieron más en el Dr. Simarro, que rechazó la oferta (4) diciéndole " Yo no puedo aceptar tal dirección, y creo que es un error lo que me propone. Piense Vd. lo que las gentes dirían de mi si me viesen  de jefe facultativo en su sanatorio, así como mis correligionarios políticos, y lo que dirían de Vd. las gentes de derechas; pero en mi deseo de servirle, vamos a buscar una solución amistosa. Nombre Vd. para este cargo a un discípulo mío, el Dr. Gayarre, oriundo de Navarra, una región española de gran catolicismo y él también hombre creyente. Además es una figura representativa de mi escuela y llevará a Ciempozuelos mi criteriología clínica y mi sistema terapéutico asistencia" (5)

La contratación del Dr. Miguel Gayarre resultó ser muy acertada, puesto que se hizo cargo del Manicomio de Ciempozuelos el 27 de junio de 1908, y permaneció en el cargo hasta el momento de su fallecimiento, en febrero de 1919.

 Por consejo del Dr. Simarro se había trasladado  a Berlín, y allí trabajó al lado de especialistas alemanes, convirtiéndose en un gran alienista, pudiendo conceptuarse como figura representativa del tránsito de la neuropatología a la psiquiatría.(6)

1) Catedrático de San Carlos, acedémico, senado y director de la escuela de medicina legal, llevaba con frecuencia a sus alumnos a visitar el Manicomio de Ciempozuelos. Decía que para él, lo más trascedental y lo que más admiraba del Padre Benito Menni, no era la fundación de hospitales - asilos para niños, sanatorios psiquiátricos y la restauración de la Orden de San Juan de Dios, sino haber podido crear y organizar la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, encauzándolas hábilmente a la asistencia perfecta de las mujeres enfermas mentales (Cf.Alvarez Sierra, José (Barcelona 1968). El Padre Benito Menni y su obra.

(2) Nació en Roma, el 4 de noviembre de 1851. Estudió en Valencia y se trasladó a París, asistiendo al Hospital de la Salpêtrière. Falleció el 19 de junio de 1921.

3) Montonati, Angelo. El coraje de un profeta. San Benito Menni. Milán. 1999.

4) Ibid.

5) Alvarez-Sierra, José. De los alienistas finiseculares del siglo XIX a los modernos psiquiatras. Paz y Caridad núm. 112, pág. 42.

6) Plumed Moreno, Calixto A., O.H. Un siglo con el enfermo mental. Caminos abiertos... Madrid. 2000.