Escuela del Niño Jesús, de Barcelona, fundado en el año 1860 por las religiosas francesas conocidas por "Las Damas Negras".
Con la inauguración, el 14 de diciembre de 1867, del Asilo - Hospital de la Inmaculada Concepción, en el número 18 de la calle de Muntaner, esquina con la de Rosellón, de Gracia, municipio que más tarde se anexionaría a la ciudad de Barcelona, quedaba canónicamente establecida, en aquella Casa, la comunidad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Era el primer hospital infantil de España y el tercero de Europa.
Atendidas las delicadas circunstancias que atravesaba el país en aquella época, no era prudente dar a conocer aquella fundación ni tampoco presentarla como una institución religiosa. Tampoco era, para el Padre Benito Menni ni para su consejero, el Dr. Bertrán, el lugar más adecuado para un establecimiento benéfico de esta naturaleza, pero juntamente con el benefactor, don Nonito Plandolit consideraron que, dadas las circunstancias apuntadas, se podía empezar con la asistencia de doce niños escrofulosos y raquíticos pobres, y que más adelante, colindantes con la casita que habían alquilado para iniciar la andadura restauradora de la Orden de San Juan de Dios en España, existían unos solares y pequeñas casas derruídas que, en su conjunto permitiría construir, en aquel emplazamiento, un asilo - hospital que fuera orgullo de Barcelona.
De ahí que, los inicios de esta primera institución española, se desarrollara tranquila y esperanzadora. En muy pocos días se ocuparon las doce camas disponibles. El prior del establecimiento, Padre Materno Seregni, tenía la misión de ocuparse de los doce niños acogidos y de atender a las personas que acudían en busca de remedios que pudieran aliviar sus males y sus dolencias, junto a la puerta de entrada, que quedó convertida en Casa de Socorro.
LAS FUNCIONES DEL PADRE BENITO MENNI
El Padre Benito Menni estaba entregado de lleno a la labor encomendada de restaurar la Orden de San Juan de Dios en España, dedicando sus esfuerzos, desde el primer día, con el empuje, la ilusión y la entrega de sus 26 años de edad. Pero su polifacética labor se extendía mucho más allá de sus obligaciones básicas y prioritarias. En el Asilo - Hospital celebraba a diario la Santa Misa, enseñaba el catecismo y preparaba para la recepción de los sacramentos, a los niños acogidos, y mantenía el espíritu religioso entre los componentes de la Comunidad.
En el Hospital de la Santa Cruz, que lo frecuentaba, administraba los sacramentos a los enfermos moribundos y ejercía de Director Espiritual de algunos Hermanos Terciarios, y en los Colegios de la Sagrada Familia y de Loreto, que estaban cerca del Asilo - Hospital, confesaba a las niñas escolarizadas.
Y por si esto no fuera suficiente, atendiendo el ruego que le hizo el Obispo de Barcelona, Monseñor Pantaleón Monserrat y Navarro, "... aceptó el cargo de confesor de unas religiosas francesas "Las Damas Negras", que dirigían el Asilo del Niño Jesús, a las cuales por no saber el castellano confesaba en francés" (1)
Imaginamos la papeleta que se le presentó al Obispo de Barcelona el día que aquellas religiosas francesas establecidas en su Diócesis, le visitaron para exponerle las dificultades de poder cumplir con el sacramento de la Confesión, por la sencilla razón de que no sabían el idioma castellano y solamente hablaban el propio, es decir, el francés. En aquella época, el clero de Barcelona y provincia hablaban catalán y castellano. En el Seminario no se estudiaban lenguas extrangeras.
Con la buena predisposición del Padre Benito Menni, el problema quedaba felizmente resuelto. Aquellas monjas pudieron, en lo sucesivo, ser escuchadas en confesión por el Padre Benito Menni en francés.
(1) Ciudad Gómez, Juan, O.H. "El resurgir de una obra". Granada. 1968
No hay comentarios:
Publicar un comentario