Portada del libro de la Dra. Temple Grandin y una imagen en que aparece rodeada de ganado, del que asegura que el autismo le permite entender sus emociones.
En noviembre del pasado año, colgué un post en este mismo blog recomendando, a las personas interesadas en el conocimiento del autismo, la lectura del libro que encabeza estas líneas: "Pensar en imágenes, mi vida con el autismo", de Temple Grandin. (Ver: http://vendrellcampmany.blogspot.com.es/2011/11/un-libro-recomendado-personas.html).
Cuando Temple Grandin era una niña, no podía relacionarse con sus padres, y hasta los cuatro años de edad no empezó a pronunciar sus primeras palabras. Su madre se volcó en ayudarla desde que se percató de sus primeras dificultades. Le diagnosticaron autismo.
Temple Grandin logró importantes avances, y consiguió doctorarse y especializarse en sanidad animal, de la que es una experta, asesorando en esta materia al gobierno de los Estados Unidos de América, y estando considerada una autoridad mundial en sanidad animal. Explica que con su autismo ha conseguido comunicarse con las vacas.
Su increíble empatía con el ganado y su capacidad de "comprender lo que sienten los animales", propició la introducción de cambios radicales en las plantas de faena y en la industria cárnica en los Estados Unidos de América.
La Dra. Grandin, que estuvo recientemente en Uruguay, en un encuentro de profesionales de la sanidad animal, aseguró " que el autismo está en la raiz de sus extraordinarias habilidades".
"El autismo me ayuda a entender el ganado", aseguró a la BBC Mundo esta profesora de la Universidad Estatal de Colorado, añadiendo que " Pienso en forma totalmente visual y así es cómo piensan los animales. Mis recuerdos son fotográficos y este pensamiento visual me permite percibir detalles que pueden aterrorizar a los animales, como las sombras, los reflejos o una entrada que es demasiado oscura".
Los métodos utilizados por la Dra. Temple Grandin para comunicarse con el ganado, no son nada convencionales, e incluyen actuaciones desde acostarse en el suelo hasta efectuar el mismo recorrido que las vacas para experimentar qué se siente ser dirigido.
FUENTE DE CONSULTA:
BBC Mundo. Martes, 7 de agosto de 2012.
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