Un estudio publicado en The Journal Padiatrics, concluye que a un 64 por ciento de los niños diagnosticados con autismo se les está suministrando un psicotrópico, que es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central, y que tiene como efectos secundarios alteraciones en la percepción,en el comportamiento y en el estado anímico y de consciencia. al tiempo que se constata que el 35 por ciento de estos niños, toma simultáneamente dos psicotrópicos, mientras que el 15 por ciento de ellos, ingiere tres como mínimo.
Lo más preocupante sin embargo, es que el problema va en aumento, según aseguran los investigadores en el documento, al asegurar que los médicos del Sur de los Estados Unidos, acostumbran a prescribir entre uno o dos fármacos, mientras que sus colegas del Norte y Oeste, son los que menos medicamentos prescriben, siendo los niños de 11 años de edad, son los que resultan más medicalizados.
El equipo de investigadores de la Universidad de Drexel, en Filadelfia, refiere en el estudio que "existe poca evidencia de la eficacia y la idoneidad de tratar el autismo con psicotrópicos, y estos fármacos se están usando por normal tanto por separado como combinados, cuando existen condiciones psicológicas que coexisten con el trastorno". Pero los investigadores van más allá, y alertan de la situación reclamando a la comunidad médica norteamericana que "presten mucha atención y sean consecuentes cuando receten un psicotrópico a un niño con autismo".
"En Estados Unidos no existe un medicamento dirigido de forma específica al tratamiento del autismo" - afirmaron lols expertos. (1)
Tampoco en España, ni en otros países del mundo, existe ningún medicamento específico para el tratamiento eficaz del autismo, por lo que, en consecuencia, los problemas y dificultades que puedan darse en los Estados Unidos de América, en materia farmacológica en este aspecto, pueden extrapolarse al resto de nuestro planeta.
Y es mi criterio personal, equivocado o no, a tenor de las experiencias conocidas y vividas que, a consecuencia de todo cuanto antecede, las personas con autismo, resultan ser auténticos "conejitos de indias" al probar en ellos otros fármacos en el intento, sin poner en duda los mejores criterios médicos, de conseguir, "por si sonara la flauta por casualidad", alguna mejora en el cuadro médico que específicamente cada uno de ellos pueda presentar.
(1) El País. Carolina García. Washington. 22 octubre 2013
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