Esta ha sido la última semana en que David Costa ha asistido, como usuario, en un centro de día para personas con autismo, en Alicante.
Cuando ya ha finalizado el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, me llega esta desagradable noticia, que viene a sintetizar una de las muchísimas circunstancias que ilustran la cruda realidad de nuestros días. No es el único caso, pero sí uno más de los tristes aconteceres que se vienen repitiendo casi a diario, y donde ciertamente en la comunidad valenciana parece que ser que se llevan la palma con ello.
David Costa es un joven que asistía a un centro de día para personas con autismo en Alicante, pero sus padres se han visto obligados a prescindir de aquellos servicios para su hijo, al no poder hacer frente a la nueva tasa que grava los servicios a las personas con discapacidad en su comunidad
David cobra una pensión no contributiva de 548 euros al mes, y tiene que abonar a la Generalitat Valenciana 380 euros mensuales con la nueva ley. Sus padres, en situación de paro laboral, alegan que necesitan aquel dinero para comer, y en consecuencia a partir de este momento David permanecerá en su domicilio sin recibir las atenciones asistenciales de las que disfrutaba en el centro de día donde acudía.
FUENTE:
De los periódicos. sábado, 28 de marzo de 2015.
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