El Monasterio de Santa María de Jerusalem, en 1868, antes de ser asaltado y destruído, salvándose solamente una buena parte del claustro y algunos elementos arquitectónicos diversos. (Arxiu Gavín del Monestir de les Avellanes)
A mediados del siglo XV, Rafaela Pagés, nacida en Sarriá cuando todavía no había estado anexionado a Barcelona, enviudó y decidió dedicar su vida al servicio de la religión. De un viaje a Tierra Santa concebió la idea de fundar un monasterio de Terciarias Franciscanas en Barcelona. En audiencia con el Papa Nicolás V obtuvo la Bula de Fundación, con fecha 8 de mayo de 1453.
El Obispo de Barcelona le ofreció para su emplazamiento un antiguo edificio monacal abandonado, que estaba en el actual Mercado de la Boquería, y la fachada de la iglesia daba a las calles de Jerusalem y La Morera, entre las calles del Carman y Hospital. En 1462 empezaron las obras, y como todo monasterio, tuvo su claustro., que pertenece a dos épocas. La planta baja construída a finales del siglo XV, es gótica y, la planta superior es del siglo XVI.
La batalla del Puente de Alcolea, en 1868 provocó la caída de Isabel II y su destierro, y el 28 de septiembre estalló la revuelta en Barcelona, siendo los edificios religiosos objeto de saqueos e incendios, entre ellos el Monasterio de Santa María de Jersusalem.
NONITO PLANDOLIT COMPRÓ LAS PIEDRAS DEL CLAUSTRO Y LAS OFRECIÓ AL PADRE BENITO MENNI.
El Asilo - Hospital de la calle Muntaner esquina con Rosselló, que fue la primera Casa de la restauración de la Orden de San Juan de Dios, en España y primer Hospital Infantil de España, inaugurado por el Padre Benito Menni el 14 de diciembre de 1867.
Claustro procedente del derruído convento de Santa María de Jersusalem, del siglo XV, trasladado al Asilo - Hospital de San Juan de Dios, en la esquina de las calles de Muntaner y Rosselló, de Barcelona por el Padre Benito Menni.Sólo son originales del claustro antiguo, las arquerías inferiores. El resto ( la cubierta, los forjados planos, las paredes interores y las arcadas superiores) corresponden a la época de la construcción del nuevo edificio.
Destruído el Monasterio, las piedras del claustro iban a ser subastadas o malvendidas. Nonito Plandolit las compró y las ofreció al Padre Benito Menni, que aún no había regresado de su forzado destierro, e inició las obras de reconstrucción en el patio del Asilo - Hospital de la calle Muntaner esquina con Rosselló, y cuando los Hermanos de San Juan de Dios regresaron, las obras estaban ya muy avanzadas. El Padre Benito Menni empleó algunas de aquellas piedras para la capilla, mientras completaba las obras en el patio del edificio que se iba construyendo. El "Diario de Barcelona" lo refería en estos términos: "Las obras del nuevo Hospital de escrofulosos, de San Juan de Dios, en el ensanche,... adelantan notablemente. Ya está casi concluída la fachada de la iglesia, de gusto gótico... Los planos y dirección son debidos al arquitecto D. Francisco de Paula Villar. Las dos alas del edificio están ya casi concluídas, y en el centro se ha tenido la celebrable idea de reconstruir el bellísimo claustro ojival que había en el derruído convento de Jerusalem, lo que se va haciendo con no poca paciencia por parte del maestro de obras... a causa de haberse derribado sin tener el cuenta la precaución de numerar los sillares... " (1)
A mediados de septiembre de 1875 finalizaron las obras de la capilla y los dos vistosos pabellones laterales. El claustro no pudo tener forma cuadrangular, sino rectangular, abierto por uno de sus lados.
Sin embargo las cosas empezaron a complicarse a raíz de que Nonito Plandolit, el gran benefactor del Padre Benito Menni se arruinó. Había adelantado importantes cantidades de dinero para la construcción del edificio y su posible ampliación, atendido que resultaba insuficiente, y sus bienes fueron inventariados, entre ellos el Asilo - Hospital de San Juan de Dios, que se valoró en 230.000 pesetas. De esta cantidad debían de responder los Hermanos, atendido que, de lo contrario, tendrían que desalojar el edificio. Ante esta imposibilidad, los Hermanos de San Juan de Dios optaron por adquirir, a finales del año 1877, una finca en Las Corts.
El "Diario de Barcelona" recordó que "La Orden Hospitalaria nunca pudo disfrutar de la nueva iglesia capaz para 240 personas; nunca pudo habitar en ese sobrio edificio construído en mamposteria concertada en combinación con el ladrillo, al descubierto, es decir, sin revocar, siendo sólo la puerta y la cornisa de entrada de piedra. Fue un definitivo destierro..." (2)
LA VENTA A LOS MISIONEROS DEL SAGRADO CORAZÓN.
A finales del siglo XIX, la vida era muy dura para la Iglesia en Francia. Existía persecución y se expulsó del país a muchas Órdenes y Congregaciones religiosas, entre ellas los Misioneros del Sagrado Corazón, fundados en el año 1854 por el Padre Julio Chavalier, que ante la necesidad de salir de Francia, varios miembros de aquellos misioneros se trasladaron a España y eligieron Barcelona como lugar de residencia. Era el 10 de noviembre de 1880.
Establecidos en Barcelona decidieron comprar el edificio de los Hermanos de San Juan de Dios que ya habían desalojado en la confluencia de las calles Muntaner y Rosselló, interviniendo en la operación directamente su fundador, Padre Julio Chevalier, gran amigo del Padre Benito Menni. Fue en noviembre de 1882. Su precio inicial, que era de 230.000 pesdetas quedó reducido, después de unas cortas conversaciones, en 100.000 pesetas.
Cuando los Misioneros del Sagrado Corazón llegaron a su nueva Casa, se encontraron que muchas de las piedras del antiguo claustro de Santa María de Jerusalem estaban todavía amontonadas y sin clasificar. Fue labor del Padre Casas clasificarlas con la finalidad de montar el ala este, todavía no reconstruída. Antonio Paulí comentaría al respecto: "De las cuatro alas del antiguo Monasterio de Santa María de Jerusalem, tan sólo tres alas han quedado levantadas: el ala sur y las dos laterales, que han sido alargadas con fragmentos del ala norte, colocados en sentido contrario, como cierre o prolongación de dichas alas".
Las piezas sobrantes fueron enterradas en un rincón del patio. Cuando en 1941 se abrieron nuevas zanjas para la construcción del actual santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, aparecieron algunos fragmentos del ala norte. Entre ellos, un bello escudo de armas de los Reyes Católicos. Esta pieza, fue cedida, en agradecimiento, al organista de Collbató, Sr. Rogent.
En el año 1898 el edificio acogió al Colegio "Sant Miquel", gestionado por los Misioneros del Sagrado Corazón, que actualmente es el segundo Colegio con mayor antigüedad de la ciudad de Barcelona. (3)
Actual edificio en la confluencia de las calles Muntaner y Rosselló, de Barcelona, que desde el año 1898 alberga el Colegio "Sant Miquel", de los Misioneros del Sagrado Corazón.
FUENTES DE CONSULTA:
(1) "Diario de Barcelona". Edición del día 3 de febrero de 1872.
(2) "Diario de Barcelona". Edición del 15 de septiembre de 1870.
(3) "Madre y Maestra". Revista Misioneros del Sagrado Corazón. Núm. 385. Marzo 1999. Madrid.
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