Desde la lejanía de los tiempos hemos tenido que escuchar, con cierta frecuencia, que España es un país primitivo, porque, desgraciadamente, no faltan y no han faltado nunca a lo largo de nuestra historia, situaciones que, por mucho que nos puedan doler, son muy merecedoras de recibir este desagradable calificativo.
Un ejemplo de ello lo he encontrado en una publicación del rotativo barcelonés "La Vanguardia", referido a un lamentable hecho ocurrido en Fuengirola, (Málaga) en setiembre de 1.884, y que transcribo literalmente.
"POLÍTICA PALPITANTE
He aquí uno de los muchos actos de barbarie, que por efecto del cantonalismo que ha venido imperando en la España de Romero Robledo (1), se ha cometido en la provincia de Málaga.
Así lo cuenta un periódico de Madrid:
""También se habla de lo ocurrido en Fuengirola con una mujer que fué detenida al tratar de introducir en el pueblo algunas libras de tabaco cuya procedencia se ignoraba, por lo que el tabaco fue quemado inmediatamente.
Esto nada tiene de censurable; pero lo que no tiene calificativo, es que la infeliz mujer haya sido encerrada durante varios días en el cementerio, donde la arrojaban el alimento por encima de las tapias, sin hacer caso de los desgarradores gritos y lamentos de esta desgraciada que, poseída de un inmenso terror, se encuentra ahora en una postración profunda y en lamentable estado de sus facultades mentales"".
Estos repugnantes hechos sublevarían al pueblo más salvaje" (2)
(1) Francisco Romero Robledo (Antequera, (Málaga) 1838 - Madrid 1906). Abogado y político. Cuando ocurrieron estos hechos ostentaba el cargo de Ministro de Gobernación.
(2) "La Vanguardia", Miércoles, 17 de septiembre de 1884. Página 6
Un ejemplo de ello lo he encontrado en una publicación del rotativo barcelonés "La Vanguardia", referido a un lamentable hecho ocurrido en Fuengirola, (Málaga) en setiembre de 1.884, y que transcribo literalmente.
"POLÍTICA PALPITANTE
He aquí uno de los muchos actos de barbarie, que por efecto del cantonalismo que ha venido imperando en la España de Romero Robledo (1), se ha cometido en la provincia de Málaga.
Así lo cuenta un periódico de Madrid:
""También se habla de lo ocurrido en Fuengirola con una mujer que fué detenida al tratar de introducir en el pueblo algunas libras de tabaco cuya procedencia se ignoraba, por lo que el tabaco fue quemado inmediatamente.
Esto nada tiene de censurable; pero lo que no tiene calificativo, es que la infeliz mujer haya sido encerrada durante varios días en el cementerio, donde la arrojaban el alimento por encima de las tapias, sin hacer caso de los desgarradores gritos y lamentos de esta desgraciada que, poseída de un inmenso terror, se encuentra ahora en una postración profunda y en lamentable estado de sus facultades mentales"".
Estos repugnantes hechos sublevarían al pueblo más salvaje" (2)
(1) Francisco Romero Robledo (Antequera, (Málaga) 1838 - Madrid 1906). Abogado y político. Cuando ocurrieron estos hechos ostentaba el cargo de Ministro de Gobernación.
(2) "La Vanguardia", Miércoles, 17 de septiembre de 1884. Página 6
¡Qué bestias aquella gente !
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