En el día de ayer, festividad de San Pedro y San Pablo, y como colofón del XXI Capítulo General de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, la reprentación Hospitalaria ha cerrado, con broche de oro, su participación en la celebración de la Eucaristía, que en el Vaticano ha presidido el Papa Francisco. En su homilía ha recordado que "Jesús quiere rescatar a sus discípulos, a su Iglesia, de triunfalismos vacíos de amor, vacíos de servicio, vacíos de compasión, vacíos de pueblo".
Al final de la Eucaristía, la representación Hospitalaria ha tenido ocasión de saludar a Monseñor Aquilino Bocos Merino, misionero claretiano, uno de los nuevos cardenales que ha participado en la concelebración de la Eucaristía, y gran amigo de la Congregación.
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