martes, 10 de abril de 2018

LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL PADRE BENITO MENNI.


 La visita apostólica era una institución  jurídica derivada de numerosas normas publicadas precedentemente por los romanos pontífices, que consistían en una investigación urgente, profunda y precisa efectuada sobre personas o instituciones para corregir y reformar abusos.

La visita apostólica a las Casas de la Congregación  de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús tuvo una duración de dieciocho meses, desde el 9 de octubre de 1912 hasta el 10 de febrero de 1914, cuando las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús llevaban treinta años de existencia y de creciente expansión  en España, Portugal, Francia e Italia, donde contaban con trece Casas atendidas por más de quinientas Hermanas.

A esta visita apostólica se había llegado a consecuencia de la existencia de un clima ambiguo y confuso, creado en varias comunidades debido a una serie de sospechas maliciosas, delaciones incontroladas, acusaciones carentes de pudor y críticas totalmente infundadas, que supuso un acontecimiento tristísimo que turbó la vida del Padre Benito Menni  en los últimos años de su existencia, creando tensiones y divisiones en las comunidades hospitalarias.

Aquella visita se hizo después de recibirse la dimisión del Padre Benito Menni del oficio de prior general  de su Orden , y fue provocada por las gestiones  de un grupo de Hermanos y Hermanas en el transcurso del verano de 1912. Los precedentes inmediatos de aquella visita habían surgido en un clima  de abierta hostilidad contra el Padre Menni, manifestado en la asamblea general de los Hospitalarios, en junio de 1912.

Resulta que en este confuso clima, el 14 de junio de 1912 había tenido lugar en Roma la asamblea general de los Hermanos de San Juan de Dios, y seis días más tarde, el día 20, el Padre Benito Menni presentó su renuncia al generalato, motivándola por razones de edad y de salud. La renuncia le fue aceptada por Mn. Sbarretti, secretario  de la Sagrada Congregación de Religiosos, que presidía aquella asamblea.

Las razones expuestas por el Padre Benito Menni en su renuncia, no resultaban muy convincentes, atendido que a sus 71 años de edad  gozaba de un estado de salud propia de aquella edad, si bien se agravaría unos meses más tarde. El Padre Menni  no fue destituído de su cargo, sino que él, muy inteligentemente tomó aquella decisión, si bien es cierto que aquel gesto  le había sido sugerido por la Sagrada Congregación de Religiosos.

Depués de un cúmulo de acusaciones de algunas religiosas, que no habían actuado espontáneamente, sino incitadas por algunos Hermanos contrarios al Padre Benito Menni, promotores de una campaña difamatoria para denunciar presuntos aspectos negativos de su gestión, el vicario general de la Orden, Padre Koch, y el procurador General, Padre Martín Guijarro, pidieron al cardenal Vives que obligaran al Padre Benito Menni a residir fuera de Roma y de España, retirándole los privilegios que le habían sido concedidos después de la asamblea general.


              Padre Augusto Carreto, O.H. Visitador de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús 
(años 1912 - 1913).

En el interín, el 11 de septiembre de aquel año, el Padre Augusto Carreto, que en Nettuno (Italia) mantenía contactos con algunas religiosas hospitalarias, acusó al Padre Benito Menni de inmiscuirse en los asuntos de las Hermanas, y le advirtió de que si no cambiaba de proceder, sufriría pésimas consecuencias. Pero en aquellas fechas el Padre Menni se encontraba en París y era ajeno a todo lo que se tramaba contra él.

El Padre Carreto hizo cuanto le fue posible para denigrar al Padre Benito Menni, tratando de que las Hermanas, bajo presión,  hablaran mal de él. Viendo lo poco ecuánime de su misión, la Santa Sede encargó una nueva visita al futuro  cardenal Reig, que con su buen hacer logró serenar los ánimos.

Al Padre Benito Menni se le prohibió residir en España e Italia. En primer lugar se le envió a París, pero para evitar que tuviera trato con las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, se le trasladó a la Casa de Dinán (Francia), de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, donde fue recibido y tratado con toda consideración por el Superior Padre Juan de Dios Garampon y el Padre Casiano Lambert, que más tarde le administraría los Últimos Sacramentos poco antes de su fallecimiento el 24 de abril de 1914.

BIBLIOGRAFIA

Cárcel Ortí, Vicente. HISTORIA DE LA CONGREGACIÓN. Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Volumen I. El Beato Benito Menni y las Hospitalarias. Ciudad del Vaticano. 1988 

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