La Fundación President Amat Roumens (FUPAR), de Terrassa.
Existe una angustiosa y alarmante preocupación por las nefastas y dramáticas consecuencias que los recortes presupuestarios del Gobierno de España puedan suponer el fin del modelo de inserción laboral de personas en riesgo de exclusión, especialmente las que padecen enfermedad mental.
Sabido es que que los nuevos presupuestos del Estado contemplan un doble recorte a la inserción laboral de este colectivo de personas desfavorecidas, atendido que, por una parte se secciona el 56 por ciento de las ayudas destinadas a encontrarles un trabajo y, por otro, el Gobierno solamente pagará el 50 por ciento del salario mínimo interprofesional de estos trabajadores, y que hasta ahora cubría el 75 por ciento. De ahí que las entidades sociales consideran que estos recortes supondrán el cierre de más de un centenar de asociaciones, dejando sin empleo a unas 2.500 personas con discapacidad.
La presidenta de la Mesa del Tercer Sector, Àngels Guiteras, que agrupa a 4.000 entidades sociales, ha calificado estos recortes de "política sin alma", y advierte de que sus consecuencias pueden resultar nefastas por no tener marcha atrás. Si las personas discapacitadas pierden su empleo "algunos de ellos seguramente no tendrán nunca más una oportunidad de ocupación ni de recuperación, porque para muchas de estas personas, tener un trabajo, les ayuda a sentirse útiles, pero también significa dignidad" -- ha matizado.
Las entidades sociales lamentan el desmantelamiento de un modelo de inserción que, de manera exitosa y con muchos esfuerzos, se inició en la década de los años setenta del siglo pasado, precisamente en unos momentos en que la discapacidad era un tema todavía tabú y algunas familias escondían a nivel social que tenían a uno de sus miembros con discapacidad.
LOS C.E.T QUE DEPENDEN DE LAS OBRAS SOCIALES, OTRA PREOCUPACIÓN.
Otra seria preocupación añadida, aunque por otras circunstancias, son los Centros Especiales de Trabajo (C.E.T.) que dependen de las obras sociales de cajas de ahorro desaparecidas o que han sido absorbidas por bancos. Es el caso de la FUNDACIÓ PRESIDENT AMAT ROUMENS (FUPAR), de la ciudad de Terrassa (Vallès Occidental), centro pionero creado en el año 1971 que proporciona actividad, formación profesional y cultural y atención diurna a más de 320 personas adultas con discapacidad psíquica y minusvalías físicas y sensoriales, alimentada por la obra social de Caixa de Terrassa y actualmente por la obra social de Unnim. La fundación sigue todavía en activo porque sobrevive de los fondos que tenían ahorrados, y calculan que les puede durar un año. Entonces FUPAR se quedará al amparo de la volutad del BBVA, que és el banco que absorbió Unnim.
David González, director comercial de FUPAR, ha reconocido la incertidumbre en la que viven, pero confía en las promesas del banco de otorgarles subvenciones para proyectos concretos. (1)
FUPAR atiende en estos momentos a 335 personas con discapacidad mental, de los cuales 140, que tienen más de un 65% de disminución, trabajan en el centro ocupacional en actividades manuales, mientras los restantes están en el Centro Especial de Trabajo, (C.E.T.) donde elaboran ambientadores ecológicos, montan juguetes y se dedican a la limpieza, a la jardinería y a la impresión digital, entre otros.
LAS PRIMERAS CONSECUENCIAS
Las entidades que trabajan con personas con discapacidades físicas, han sido las primeras que han sufrido las consecuencias de los recortes, puesto que los ajustes han llevado a ECOM, que cuenta con 11 equipos que trabajan en la inserción laboral de este colectivo, a anunciar la presentación de un ERE para despedir a 40 de los 130 trabajadores con que cuenta.
OTRAS CONSECUENCIAS
A estos recortes se ha sumado el aumento de precios de algunos servicios sociales. Así, un centro de día de atención especializada temporal o permanente para personas con discapacidad, pasará a costar de 398'80 € mensuales a 424'51€, según la agencia de noticias Europa Press.
(1) "El País" Martes, 22 de mayo de 2012
Negros nubarrones tormentosos están eclipsando la ilusión de los colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad.La incompetencia de nuestros gobernantes añadida a la apestosa corrupción en que están involucrados la mayoría de ellos, han conducido al país a un callejón sin salida, en que los únicos que tienen un futuro garatizado, son precisamente ellos, bien aposentados con botín de sus fechorías.
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