EL PADRE BENITO MENNI REZÓ EL SANTO ROSARIO TODOS LOS DÍAS DE SU VIDA A PARTIR DE LOS 17 AÑOS DE EDAD

El Padre Benito Menni (San Benito Menni), Restaurador de la Orden de San Juan de Dios en España (Barcelona, 1867), Portugal y México; y fundador de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (Ciempozuelos (Madrid), 1881).

Dedicado, con motivo de su fiesta onomástica a:

Sor Rosario Martínez Idiazábal, Superiora del Centre Psicopedagògic Ntra. Sra. de Montserrat, de Caldes de Malavella (Girona), de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.

Sra. María del Rosario Barrio Álvarez.

El domingo, día 7 de octubre de 2012 se celebra la festividad de la Virgen del Rosario o Nuestra Señora del Rosario.

Hace escasos días, ordenando unos apuntes, tuve ocasión de recordar uno de los episodios de la vida y obra del Padre Benito Menni,(San Benito Menni), referido  al rezo del Santo Rosario, en que no  solamente lo rezó todos los días de su vida, a partir de los 17 años de edad, sino que fue un incansable promotor de esta devoción, animando a los Hermanos de San Juan de Dios y a las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús a rezarlo también todos los días.

En el ocaso de su vida, y a pesar de su enfermedad, no abandonó esta práctica. Lo cuenta Sor Balbina Gallo, que junto con Sor María de Jerusalén Arce, fueron las últimas Hermanas Hospitalarias que vieron con vida al Padre Benito Menni, cuando le visitaron en la Casa de los Hermanos de San Juan de Dios en Dinán (Francia), el domingo 24 de agosto de 1913, al referirlo en estos términos: "Después de haber terminado la comida fuimos al jardín a rezar el rosario, al pie de una estatua que había de la Santísima Virgen. Como él no podía permanecer de pie ni ponerse de rodillas se sentó en una silla, y nos dijo que él todos los días rezaba allí el rosario. A nosotras nos colocó una a cada lado sentadas a sus pies. Antes de terminar el rezo vino el Hermano para que iríamos a dar una vuelta por el Parque, nosotras viendo que nuestro Padre no podía acompañarnos, más contentas nos hubiéramos quedado con él, pero por complacencia a él y al buen Hermano, fuimos y a la vuelta que duró más de una hora, cuando volvimos allí estaba  con su rosario en la mano y nos dijo el Hermano que cuando hacía buen tiempo allí pasaba el día" (1)

(1) Relación de Sor Balbina Gallo. Archivo General Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.