EL TRASTORNO BIPOLAR, UNA PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA EN QUE EL PACIENTE ALTERNA EPISODIOS DEPRESIVOS CON OTROS DE MUCHA FELICIDAD Y ENERGÍA.

El Trastorno Bipolar, también conocido como Trastorno Afectivo Bipolar y anteriormente  como Psicosis Maníaco - Depresivo, es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo de la persona que lo padece, y que se caracteriza por unos altibajos en el estado anímico, de sentirse algunos días con mucha felicidad y energía y otros muy triste y deprimido, es decir con uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo, de tal manera que la persona afectada suele oscilar entre la alegría y la tristeza de una manera  mucho más extrema que las personas que no padecen esta patología.

Es uno de los trastornos mentales más comunes, severos y persistentes, que afecta por igual a hombres y mujeres, y generalmente empiezan a aparecer los síntomas entre los 15 y los 25 años de edad, y tiende a ser una condición  permanente a lo largo de la vida, caracterizada por altas tasas de recaídas y ansiedad comórbida. Algunos de estos  pacientes pueden cometer abusos en la  consumición de  alcohol  y de  otras sustancias, lo cual empeora los síntomas y el riesgo de cometer suicidio, que se registran en altas tasas.  

Se desconocen los orígenes biológicos específicos, aunque se cree  que el mal aprovechamiento de los neurotransmisores cerebrales -- serotonina y dopamina -- estarían relacionados.

 Una atención integral que aborde todos los aspectos implicados -- biológicos, psicológicos y sociales --  pueden ayudar a  conseguir la remisión de las crisis, siendo un motivo básico para el tratamiento, la toma de conciencia del problema, reconociendo, por parte del afectado y sus familiares más cercanos, mediante una psicoeducación adecuada,  que le permitan afrontar las crisis sin temores infundados y con las herramientas más válidas, así como la prevención de las recaidas.

El tratamiento farmacológico personalizado, especialmente en las fases de desequilibrio, es otra de las recomendaciones  necesarias y efectivas para el tratamiento de este trastorno.