Según he ido recopilando de distintas agencias de noticias que estos últimos días han inundado los espacios informativos de los medios de comunicación social, "al menos 10 menores fueron castrados por la Iglesia Católica en 1950 para reprimir sus impulsos homosexuales, según ha denunciado el diario holandés NRC Handelsblad".
Según fuentes citadas por este diario, "la castración se practicó sobre aquellos menores que estaban internados bajo la custodia de la Iglesia Católica en centros psiquiátricos durante los años cincuenta. Se sospechaba que las víctimas de los abusos eran homosexuales y la castración se realizó como un acto de liberación. Esta medida también se aplicó sobre aquellos niños que trataron de dar la voz de alarma para denunciar los abusos".
Se asegura que " las pruebas recabadas demuestran que un joven sufrió estos abusos y hay evidencias significativas de que al menos otros 10 menores fueron privados de sus testículos. Estas pruebas incluyen documentos, grabaciones médicas, notificaciones de abogados y cartas privadas".
Estos abusos fueron denunciados en el año 2010 a la Comisión Deetman, " que se creó para investigar los abusos sexuales a menores que la Iglesia Católica cometió en Holanda. La investigación de estas prácticas dió lugar a un informe que se terminó de elaborar en diciembre de 2011 en el que no se hacía mención explícita a las víctimas de la castración".
UN PRIMER MINISTRO DIRIGIÓ EL INTERNADO
El diario NRC Handelsblad hace referencia al destacado político holandés,
Víctor Marijnen, que llegó a ser ministro neerlandés entre los años 1963 y 1965, y "que trató de garantizar el perdón real a los religiosos condenados por los abusos sexuales en el centro Harreveld, un internado para menores holandeses con problemas psiquiátricos".
Víctor Marijnen "presidió el Consejo de Administración del internado de Harreveld en la época en que se cometieron los abusos sexuales. Además fue vicepresidente de la principal agencia de Protección de Menores de los Países Bajos y líder del extinto Partido Popular Católico (KVP), que terminó por fusionarse con grupos protestantes para formar el Partido democristiano".
LA COMISIÓN DEETMAN
Esta Comisión ha respondido " que no llegó a incluir ninguna mención a la castración de menores en su informe final porque no tenía indicios suficientes para continuar la investigación. Tampoco informó de la actuación de Victor Marijnen porque el caso estaba vinculado sin lugar a dudas a circunstancias que podrían haber guiado hacia la fuente particular de las denuncias. De hecho, la Comisión mantiene en el anonimato en su informe a otras personas con el objetivo de proteger su intimidad".
En resumidas cuentas, una vez más ha acontecido lo que habitualmente suele ocurrir en estos casos. La Comisión se ha escudado olímpicamente en la falta de indicios suficientes para continuar la investigación, silenciando, al mismo tiempo la actuación de Víctor Marijnen, y mantienendo en el anonimato a otras personas para proteger su intimidad. Honestamente esta Comisión tenía que haber abierto una investigación exhaustiva y llegar hasta donde hubiera sido posible, para dar a conocer públicamente la identidad de los autores de estas atrocidades y exigir las máximas responsabilidades jurídicas que pudieran corresponderles. La política del chanchullo y el amiguismo parece ser, desgraciadamente, que es una práctica común en todos los rincones de la geografía universal.
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