Cama que ocupó el Padre Benito Menni durante su estancia en la Casa de los Hermanos de San Juan de Dios, en Dinán (Francia), hasta el momento de su fallecimiento. |
El Padre Benito Menni, unas horas después de su fallecimiento.
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El próximo martes, día 24 de abril, se celebra la festividad de San Benito Menni.
El Padre Benito Menni nació en Milán (Italia) el 11 de marzo de 1841, y falleció en Dinán (Francia), el 24 de abril de 1914.
Fue el restaurador de la Orden de San Juan de Dios en España (Barcelona, 1867), Portugal y México, y fundador de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (Ciempozuelos, (Madrid), 1881).
Atendido que en distintas ocasiones he referido en este mismo blog episodios de su vida y obra, para no resultar repetitivo aprovecho este evento para comentar la evolución de su estado de salud en la recta final de sus días.
El Padre Menni era de fuerte complexión orgánica y siempre había disfrutado de un estado físico muy saludable. Unas varices en ambas piernas y una gastritis anaclorídica hipersecretaria neuromotriz , empezaron a causarle molestias que se acentuarian en la medida que se aproximaba a los setenta años de edad. Las molestias de las varices conseguía minimizarlas con el uso sistemático de medias de goma, mientras que un régimen bromatológico de alimentación discreta para facilitarle la digestión y una medicación eupéptica, junto con frecuentes aplicaciones de calor en la región abdominal después de cada comida, le permitían minimizar estos trastornos. Sin embargo, a partir del año 1911, el nombramiento de prior general de la Orden de San Juan de Dios por el Papa Pío X, supuso el cargo un considerable aumento de sus obligaciones y una mayor intensidad de trabajo. Quienes estaban a su alrededor no tardaron en parcatarse que presentaba una cierta falta de agilidad, decaimiento físico y tendencia a mareos, al tiempo que iba definiéndose un síndrome de arteriosclerosis, y más tarde se le añadiría un ligero síndrome de insuficiencia circulatoria con debilidad cardíaca.
En el transcurso del mes de julio de 1912 se sentía cada vez más debilitado y tuvo que permanecer unos días en cama. Percatándose de que iba en aumento su adinamia, renunció de manera formal del generalato, con la finalidad de que, libremente, los padres capitulares pudieran elegir un nuevo y más competente general.
Pocos días después, los médicos que le atendían apreciaron complicaciones de orden hepático, acentuamiento de la arteriosclerosis y perturbaciones del metabolismo con la consiguiente retención de urea, y aconsejaron su traslado a la Casa de los Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios de Dinán (Francia), con la finalidad de poderle ofrecer la suficiente tranquilidad y alejarlo de toda intervención en asuntos que pudieran agravar su precario estado de salud, proporcionándole, al mismo tiempo, un ambiente climático más favorable, atendido que el municipio francés de Dinán goza de una temperatura constante, carece de humedad y está situado a una adecuada altura sobre el nivel del mar, estando conceptuando, desde muy antiguo, como emplazamiento excepcionalmente saludable. Desde España se envió a un Hermano para que le asistiera y las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús también enviaron competentes enfermeras. Se había pensado incluso en trasladarlo a España, pero la evolución negativa de su estado patológico desaconsejó a los médicos este traslado. Lejos de que se produjese alguna mejoría, su estado se agravó con crisis asistólicas y estados congestivos bronco-pulmonares, falleciendo el día 24 de abril de 1914.
El Dr. José Álvarez-Sierra, escribe que "El padre Menni, desde dos años antes se daba cuenta de que no tardaría en morir, y de qué herida mortal había de caer. Conocía el estado de sus arterias, poco dóciles al paso de la sangre, y no le asustaba el desenlace. ¡Luchó tantas veces en sus hospitales con la muerte ajena y la venció en tantas ocasiones, que de sus malas artes y tortuosos caminos estaba al tanto; por eso la miraba fríamente llegar, apoyado en la fe cristiana, que es una blanda almohada para el sueño aterno!. La muerte, extrañada, fue con él piadosa, y no quiso que al tocarle la sintiera; privándolo de conocimiento un día antes, se lo llevó dormido" (1)
(1) Álvarez-Sierra, José. "El Padre Menni y su obra". Editorial Hospitalaria. Barcelona. 1968.
Me acaban de informar que, el día 24, festividad de San Benito Menni, se cumple el 50 aniversario de la profesión religiosa a la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, de Sor Rosario Martínez Idiazábal, Superiora de la Casa de Caldes de Malavella (Girona).
ResponderEliminarMi más sincera y cordial felicitación a Sor Rosario, con los mejores deseos de que pueda cumplir muchísimos más.